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 Los barceloneses nos sumamos a la petición de renuncia a Nicolás Maduro. Este pueblo ha sufrido en carne propia la incapacidad de un régimen que se ha encargado de empeorar la calidad de vida de nuestra gente.

Aquí nos unimos a la solicitud formulada por María Corina Machada y Antonio Ledezma de pedirle al inquilino de Miraflores la renuncia de su cargo, debido a que le han quedado grande las responsabilidades inherentes en él.

También, en Barcelona, decidimos unir la renuncia de Maduro a la de Guillermo Martínez, porque  éste en el plano local representa la misma ineptitud de aquel a escala nacional.

Aunque el gran culpable de la escasez, desabastecimiento, inflación, crisis económica e inseguridad es Nicolás Maduro, a nivel municipal Martínez es el responsable de la crisis sanitaria y de orden público que se vive en la localidad.

Por estas razones ambos deben separarse de sus cargos para darle plazo a un relanzamiento y reconstrucción de las condiciones de vida del ciudadano.

Barcelona no aguanta más con  Nicolás como presidente y a Martínez como alcalde, ya que ambos encarnan la incompetencia en su máxima expresión.

Si quien ocupa la presidencia ha dejado mal parado al país en todos los foros internacionales, si se ha encargado de crear una guerra que está perdiendo, sea dicho además, en nuestra Barcelona tenemos un alcalde que se inventa terroristas y se deja abandonar por sus propios conceptos vacíos de propaganda.

El plan de la “Gran Barcelona” ha sido una farsa que el único que se la ha creído es el propio burgomaestre que vive en su fantasía, mientras que los barceloneses tienen que realizar colas kilométricas y se encuentran prisioneros en sus casas gracias a la delincuencia desatada.

Solicitamos la renuncia total de cada uno de los altos funcionarios del Gobierno porque éstos han evidenciado con su gestión que son ineficaces para solventar las necesidades de los venezolanos, porque las denuncias de corrupción que pesan sobre diversos integrantes de la cúpula roja demuestran la incapacidad moral de éstos de conducir los destinos nacionales.

Y a escala local porque no han sabido ponerse en los zapatos del ciudadano de a pie.

Guillermo Martínez tiene que renunciar por el bien de los barceloneses, está demás de claro que la ciudad le quedó excesivamente grande.

Las vicisitudes que vivimos en el municipio no pueden ser solucionados por él o por ningún otro que crea en el populismo y el engaño como medios de  acción gubernamental.

Maduro tiene que renunciar, Martínez debe renunciar… La acción gubernamental de uno y de otro es patética, y cada momento que pasan al frente de los destinos del país y de la ciudad, estamos perdiendo tiempo y oportunidades para mejorar las condiciones de existencia de la sociedad.