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El pasado 8 de septiembre,  Día de la Virgen del Valle, todo el equipo de Vente Venezuela en Anzoátegui y de otros estados que  nos acompañaron, asistimos a las celebraciones litúrgicas y ciudadanas en torno a la fe mariana.

María Corina Machado nuevamente arribó al estado esta vez para acompañarnos en esta actividad religiosa y de mucho fervor entre los anzoatiguenses y el resto de los orientales.

María Corina observó de propia vista como los anzoatiguenses sentimos un profundo amor por la Madre de Dios en la advocación mariana del Valle. Ella pudo compartir  su fe con decenas de miles de pescadores y hombres y mujeres del mar que salieron en la procesión marítima por la Bahía de Pozuelos.

Y es que el mar, para los orientales es parte de nosotros, de nuestra esencia socio-cultural.

Y así de abierto, indomable y eterno, así como es el mar, somos los orientales.

Tan rebeldes como el mar que no obedece la opresión de la tierra o del hombre,  amplios y abiertos como un horizonte despejado.

Libres, sí muy libres de ataduras y condicionamientos.

Así María Corina nos reconoció y aprendió nuestra esencia como región, como ciudadanos con una unión cultural y, porque no decirlo, psicológica muy símil entre todos.

De esta jornada católica pude recoger varios aspectos que tengo el deber de expresar.

Primero, los anzoatiguenses volvimos a demostrar nuestra condición de ser una sociedad profundamente religiosa, con raíces sociológicas muy profunda basada en las creencias  culturales y hasta teológicas que nos han caracterizado.

Y esto es muy importante resaltarlo, porque para nadie es un secreto que desde el Estado rojo, rojito se han empeñado en los últimos años de aniquilar parte de la devoción y fervor religioso de los venezolanos, tratando de erigir un culto estatal por demás blasfemo, alrededor del recuerdo de un expresidente de la república.

Segundo, los orientales (porque no sólo los habitantes u oriundos de Anzoátegui, sino del resto de las entidades de la zona del país) poseen una vinculación casi mística con el mar.

El mar es parte de nosotros y nosotros del mar.

Nuestra condición de caribeños, nos hacen compartir visiones parecidas, comportamientos específicos y una concepción del mundo muy convergente, por esta razón, quienes estamos sumergidos en las lides de la política tenemos que entender este punto, lo cual nos lleva al tercer punto de este artículo.

Por último, la presencia de María Corina Machado durante las jornadas litúrgicas y las procesiones tanto por mar y tierra, nos mostraron el interés real de ella de conocer, palpar y sobre todo vivir todas las expresiones sociales de un país tan extenso como Venezuela.

Ella es una líder y como tal una de sus responsabilidades es vincularse más allá de la política con cada una de las regiones y comportamientos sociales de los venezolanos.

Su participación en las actividades en Lechería y Puerto La Cruz, fue recibida con entusiasmo por una ciudadanía que vio en este gesto un deseo real de la coordinadora de Vente Venezuela de vivir junto a nosotros una tradición que es parte de nuestro ADN como sociedad.

¡Gracias María, esperamos que vuelvas pronto a Anzoátegui!

@wcaballerolopez