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Hoy mis palabras van dedicadas al Movimiento Estudiantil Venezolano; ese que durante la historia de Venezuela ha sido reconocido por su ímpetu y compromiso con la democracia en el país.

No escribo como afiliada de un partido sino como estudiante, como ciudadana venezolana, como joven que miraba con admiración al Movimiento estudiantil y hoy ha perdido por completo la esperanza que muchas veces puso en él.

Hablar del movimiento estudiantil era sinónimo de rebeldía, coraje y coherencia. Los dirigentes que encabezaban y representaban al resto de los estudiantes eran admirados por su gran trabajo, eran jóvenes que se ganaban el respeto de millones de ciudadanos por sus decisiones firmes, desinteresadas y claras en pro de un país próspero. Aun siendo de distintas universidades, de distintas clases sociales y teniendo diferentes visiones, cada movimiento apostaba y daba todo por ver una Venezuela libre.

Hoy en día hasta esto se ha desvanecido. Ahora vemos estudiantes reconocidos (como siempre lo han sido), que se montan en tarimas a repetir y a repetir líneas partidistas, demostrando que lo único que buscan es cobrar un papel en este libreto, como que sí lo que se escribe es una novela y no la historia de nuestro país.

Por si fuera poco, muchos apoyan a quienes se han olvidado de los estudiantes que paralizaron sus estudios durante meses para estar en las calles luchando por el país, de los que han tenido que alejarse de sus familiares diariamente y de los que fueron asesinados. Apoyan a quienes se les ha olvidado que salir de esta crisis es de carácter urgente.

Por supuesto, como en todos lados, no podemos encerrarlos a todos en el mismo saco. Aún existen los estudiantes miembros de movimientos que mantienen sus posiciones firmes y su objetivo claro: salir de la dictadura y  conquistar la libertad. A ellos los felicito y les aseguro que serán mejor recordados que a quienes se les ve todos los días al lado de los colaboracionistas.

A los primeros que mencioné, les dejo unas preguntas: ¿A caso perderá el Movimiento Estudiantil la credibilidad que ha mantenido durante años? ¿A caso la corrupción y las ansias de poder han llegado a entrometerse en la sangre del líder estudiante? Con estas interrogantes los invito a analizar y rectificar, porque por los momentos, lo único que veo amplio son sus ganas de protagonizar.

Los invito a unirse a quienes hemos estado del lado de los ciudadanos desde el primer día. Es momento de hacer honor a lo que ha significado el Movimiento Estudiantil en la historia de Venezuela: ese que marca la pauta, que convoca y llena las avenidas, ese que ponía al país por encima de cualquier interés personal…

¡Hagan volver a ese respetado Movimiento Estudiantil!

Andreina Toro

Twitter: @Andretoro28