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Diputada asegura que «el régimen  promueve la emigración para quebrar moralmente a las familias en Venezuela»

(San Felipe. 02/04/2018) Dignora Hernández, diputada de la Asamblea Nacional (AN), visitó esta semana la comunidad de Lomas de Sabaneta en Guama, estado Yaracuy, donde constató las precarias condiciones en las que encuentran las familias que habitan en el sector.

Para la Coordinadora de la Subcomisión Especial para la Promoción y Desarrollo Integral de la Familia de la AN, “la política de miseria aleja a niños venezolanos de  las aulas de clases”, sumado a la falta de comida, de productos de aseo personal y el deterioro de los uniformes y calzados.

“Nada le importa a este régimen la educación de los niños venezolanos, pues, sabe que esta constituye una palanca para la transformación del individuo y por ende, de la sociedad. Está claro que este régimen quiere a una población cada vez más sumisa y más pobre, pero se equivoca porque cada vez son más la voces que se alzan en contra de su política de miseria”, expresó.

Asimismo, Hernández señaló que al no garantizar el acceso a la educación, el Estado viola la Convención Internacional de los Derechos del Niño en su artículo 28  literal “e” que señala que el Estado debe realizar todo lo que esté a su alcance para fomentar la asistencia a la escuela, y en su artículo 27  referido al  derecho de todo niño  a tener un buen nivel de vida.

La Sub Jefa de la Fracción 16 de julio, durante su recorrido, conoció de primera mano las razones por las que los niños no van a la escuela; entre los “dolorosos” testimonios, confirmó que muchos niños comen solo una o dos veces, por lo que sus padres prefieren que se despierten tarde para ahorrar el desayuno.

Hernández, también pudo conocer que los niños pasan el día en el campo ayudando a sus padres a sembrar para asegurar su propia comida. “Las madres me expresan que sienten mucho dolor cuando sus hijos se van a dormir con hambre, y que en ocasiones los despiertan a altas horas de la noche para darles una arepa pura (sin proteínas) porque a esa hora es que llega la bolsa Clap, ‘cuando llega’, y cuando consiguen dinero para comprarla”.

“Es muy triste la respuesta de algunos niños que confesaron no querer ir a la escuela por sentir pena con sus compañeritos, que si bien están en similares condiciones, al menos tiene zapatos”, narró.

Y agregó: “Padres señalaron que muchos docentes preocupados acuden a sus casas para conocer cuál es la situación, pero que al explicárseles entienden las razones,  pues ellos pasan por lo mismo. Sin embargo advierten que los niños tienen el año escolar en riesgo por inasistencia, muchos de ellos ya tienen un rezago escolar por la misma causa”.

Indicó que a la tragedia que vive la sociedad, se le suma la destrucción de la familia. “La emigración involuntaria de miembros  de la familia en búsqueda de un destino que les garantice la subsistencia, desestructura a la familia. Muchas veces son los padres quienes emigran  dejando a sus hijos al cuidado de familiares. Hoy no cabe duda  que el régimen  promueve la emigración para quebrar moralmente a las familias en Venezuela”.

Para Hernández, quienes colaboran con sus acciones para oxigenar  el régimen de Nicolás Maduro, “olvidan deliberadamente que con sus incoherencias sostienen a un régimen indolente al que se le caen los techos de los hospitales, promueve colas de hambre, agrava la crisis de salud, expulsa a sus hijos por la frontera y agudiza la desnutrición infantil comprometiendo  el presente y futuro de las próximas generaciones”.

“A un país lo hace su gente, y este régimen quiere acabar con la gente, no se le pueden exigir por tanto unas condiciones que no darán,  se le debe exigir que se vaya.   La unidad debe establecerse por encima de los atropellos y no a favor de la continuidad de un régimen cuyo único interés es obtener legitimación nacional e internacional para garantizarse su permanencia en el poder”, concluyó.