El 6 de diciembre de 2015 la oposición venezolana, representada en la tarjeta de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), consiguió una victoria electoral histórica al ganar 112 curules en la Asamblea Nacional y obtener más de dos tercios de los curules totales.
La victoria en las parlamentarias, ese 6 de diciembre, logró relanzar a la oposición y despertó las esperanzas de toda la ciudadanía debido a que vieron en la Asamblea Nacional el ente conductor para restaurar la República y dejar atrás los 17 años del régimen chavista.
Habiendo pasado tres años y tres gestiones distintas por la directiva de la Asamblea Nacional, hoy tenemos un parlamento totalmente sub-utilizado, con una mediocre participación en la coyuntura política, mientras el régimen consiguió avanzar en consolidar su hegemonía y dejar al único poder legítimo como un jarrón vacío sin capacidad de acción hasta los momentos.
Lo más grave de esta situación es que la mayoría de los diputados han pisoteado el mandato ciudadano y el mayor ejemplo fue el plebiscito llevado a cabo el 16 de julio de 2017, donde más de 7,6 millones de ciudadanos marcaron una ruta que fue desconocida plenamente y burlada con el reconocimiento de la írrita constituyente impuesta por el régimen y seguidamente con la participación de varios diputados en las elecciones regionales tuteladas por este último órgano fraudulento.
La gran pregunta que hoy se hacen los 7,8 millones de personas que votaron por esos 112 diputados para restaurar la República y transformar a Venezuela en un país de libertades y respeto a las leyes, es la siguiente ¿De verdad se obtuvo una victoria política ganando las elecciones parlamentarias 2015? Considero que la victoria más grande que se obtuvo el 6 de diciembre de 2015 fue darnos cuenta de que conformábamos una mayoría monumental que tiene claro su objetivo el cual es conquistar de la libertad.
El momento político hoy exige que todos los que conformamos esa mayoría de más de 7,8 millones de ciudadanos nos levantemos sobre esa cúpula nefasta que fue electa ese 6 de diciembre del 2015 y más allá de algunos diputados dignos, retomemos el liderazgo que nos permita marcar la ruta política que nos conducirá a esa Venezuela libre que tanto hemos visualizado durante estos 20 años.
Es nuestro momento y nadie mejor que cada ciudadano para liderar la conquista de nuestra Libertad.
Ángel León
@Angel_LeonCCS