Ante la situación de crisis económica, política, social y de valores que vive el país en estos momentos hay situaciones claras y otras complejas. En la medida en que hagamos un esfuerzo para comprender esta realidad, tendremos mayor posibilidad de ser asertivos en nuestra toma de decisiones en este caso políticas y ciudadanas, las mismas siendo orientadas por las metas y objetivos del país y condicionadas por su capacidad organizativa, comunicacional, de movilización y contrarrestadas por la represión.
La represión a la comunidad universitaria no solo es un tema constante, sino que trasciende colores y fronteras. Porque la universidad nos representa a todos, por ser el epicentro de conocimientos para crecer profesional y humanamente.
Conocemos como represión, a la acción que se ejerce desde el poder político, con la pretensión de castigar con violencia la disensión respecto al mismo y que supone, en general, la negación de los derechos civiles y la libertad política, como si los estudiantes fueran delincuentes por exigir sus derechos, cuando los verdaderos criminales son los que se encuentran usurpando el poder.
La represión en cualquiera de sus ámbitos es un hecho que repudiamos totalmente, cada vez es más claro el uso desproporcionado de armas de fuego y sustancias tóxicas por los cuerpos de seguridad del Estado, Policía Nacional (PN) y Guardia Nacional (GN), como si no existieran las leyes, los derechos, la igualdad, la libertad de expresión y ante eso no es una opción callar, la indiferencia es aliada del enemigo.
Pero como si esto ya no fuera suficiente, también pretenden meterse con la autonomía universitaria. Señores la autonomía universitaria no es un invento reciente, no es una curva caprichosa de la historia, la misma en Venezuela tiene un puesto bien ganado, vinculado a la democracia, los derechos humanos y la dignidad, así lo establece el Artículo 109 de la Constitución, las universidades autónomas se darán sus normas de gobierno, funcionamiento y la administración eficiente de su patrimonio bajo el control y vigilancia que a tales efectos establezca la ley y a partir de ahí se establece la inviolabilidad del recinto universitario.
Los jóvenes no son sólo el futuro del país, sino también el presente. Mucho de lo que ellos puedan hacer por el país en sus años adultos dependerá de lo que piensan, sientan y hagan hoy.
Por eso este régimen busca callarnos, nos quiere sumisos y a sus pies. Pero la universidad sigue de pie y jamás se arrodillará ante este régimen, que cada vez está más débil y eso lo hace más peligroso. Los estudiantes siempre hemos estado a la altura de la circunstancia que nos ha exigido el país y no tengo ni la más mínima duda de que seguiremos siendo protagonista de esta historia que cada vez está más cerca de su final.
Jóvenes estudiantes debemos tener sentido de pertenencia con nuestra universidad, con nuestros sueños y por sobre todas las cosas con nuestro país. Sigamos apostando a Venezuela que tanto nos ha dado, llego el momento, podemos soñar con el mejor país del mundo, pero depende de nosotros construirlo.
¡Sigamos, la libertad está cerca!
@Fran_Marcanoa
Coord. Universidades Vente Joven Nueva Esparta