He visto la resiliencia, la he visto mutar, la he visto volverse el hombre caído que se levanta una y otra vez a pelear la misma pelea en la misma plaza, incansable, impotente, pero no imposible.
He visto cómo en cada embestida en la que el hombre cae, vuelve a su esquina, abraza a los suyos, seca sus lágrimas y vuelve al ruedo. Lo he visto mareado, confundido, pero también firme, de pie. He visto a ese hombre cuerpo a cuerpo y librando su pelea como todo un caballero.
He hecho estas reflexiones luego de cuatro horas de conversación de totalitarismo en cine y política que se vieron en un televisor de los 90, empolvado, en un salón donde el sol daba de frente con alrededor de 15 estudiantes más.
He hecho estas reflexiones luego de haber pasado por las antiguas residencias estudiantiles y ver salones sin luz eléctrica pero con profesores y estudiantes conversando sobre el análisis periodístico o la antropología simbólica. He hecho también estas reflexiones luego de caminar por el pasillo de las banderas a las 4:33 pm y haber visto las pizarras repletas, de muchachos estudiando para un parcial de química orgánica a un ritmo acelerado porque se hace tarde y salen las rutas de transporte.
Hoy, en esas aulas sin luz, en ese pasillo de juventud, en aquella aula con polvo y calor, en aquellas risas de plaza cubierta y aquellos atardeceres de biblioteca, he visto un incontrolable deseo por seguir, por continuar, por avanzar. He visto que como yo, hay muchos más que se han visto en su irrenunciable esencia del logro, he visto que no estoy sólo, que quienes se sientan a mi lado están conmigo, y que hoy, nos hemos visto en la indomable tarea de resistir.
@Carlos_Benucci
Vente Joven