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Era media tarde del primero de julio cuando un muy apreciado Politólogo me envía el Exit Poll 2018 que da como ganador a Andrés Manuel López Obrador con un 42.5%, tema que me preocupaba desde hace ya semanas atrás cuando una encuesta sobrepone a AMLO en relación a Ricardo Anaya Cortés, pero peor aún, pudo ganar con un 53.17%… y vaya ¡Que pesar!

Durante ese día, el tema fue muy sonado en mi círculo, y me preguntaba que tanto tenía México que vivir para no cometer semejante aberración, pero en lo que más pensaba era en el voto por edad, que según el Exit Poll comprendía el 59.5% a las personas entre 18 y 25 años, mientras que los mayores de 60 años tan solo eran un 36.9%, y siendo sincera: ¡sí que me sentí ofendida! ¿Y cómo no? si al parecer los Millennials no han leído lo suficiente, no han vivido la historia de sus países creyendo que podrán saber más que la historia o la vida misma, o que quizás los resultados nunca serán iguales a otros, pues temo que sí, porque solo una palabra puede definir la implantación de una ideología izquierdista en un país: pobreza.

No puedo predicar cómo será su mandato presidencial, pero a juzgar por su trayectoria en el Partido Revolucionario Institucional, y por el apoyo que le ha dado Ernesto Samper, Rafael Correa, Cristina Fernández, entre otros y sus frases tan: “Con AMLO no sólo crecerá México, sino toda Latinoamérica”, puedo creer y sentirme en la libertad de difundir mi pensamiento, y mi forma de pensar es simple: México escogió a su peor candidato.

Ahora bien, siento la necesidad de nombrar algo que me causa orgullo de los judíos y que considero puede ser una enseñanza para todos nosotros, hablo del “Pesaj”, ésta es la celebración de la pascua hebrea, entendiéndose por Pe: boca, y por Saj: habla. Es en el Pesaj donde la palabra y el habla tienen un rol fundamental para enseñar y transmitir lo que fue el éxodo de los judíos con la intención de que nunca más se repita su historia. Ahora bien, se preguntaran por qué menciono esto, pero creo necesario que independientemente de la religión y creencias que cada quien posea, los latinoamericanos debemos utilizar el habla para que todos nosotros y las generaciones por venir conozcan la peor y más vil enfermedad que puede sufrir un país, y lograr que de ese modo este continente no otorgue un voto a candidatos de ideas izquierdistas, de esa manera, la historia de un país será modelo para otro y Latam podrá crecer, surgir, y estar siempre en el mejor nivel.

Suerte, México.

@Cchaffardett