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“Nadie conoce las goteras de una casa hasta que vive adentro” – Durante un largo período de tiempo se ha visto a la comunidad internacional tratar de entender y resolver las goteras de los venezolanos, pero que irónico resulta que ni por goteras se vea el agua en la casa. ¡Que distante se veía diez años de sequía! Todos comentaban que por ahí empezaría un “estallido social”, hoy, 12 años después el pueblo sigue adormecido o más bien sin fuerzas por deshidratación.

Si algo sabe hacer la dictadura es desarmar a quien sabe defenderse para restarle vida y sumarle necesidades. Hablar de carencias en servicios básicos es quedarse cortos ante las fallas que ha generado el narco-régimen a la estructura social de nuestro país.   Algo tan básico como el agua potable o no, es un punto de alerta crónica que se debe atender a como dé lugar, hablando de lo más superficial, según la norma sanitaria nacional un venezolano debe consumir 250 litros de agua diaria en las zonas urbanas y 150 litros en las zonas rurales.

Entendiendo que el embalse de Camatagua, ubicado al sur de nuestro estado se encarga de llevar agua a la capital de nuestro país, tiene una capacidad de 1543 millones de metros cúbicos de agua lo que equivale a 1.543.000 litros de agua, lo que implica que el embalse tiene la capacidad de abastecer a solo 10.286 personas, estaríamos entendiendo que representa por ejemplo un 8% de la población de Cagua, un 7.1% de La Victoria, 4.3% de Turmero  2.4% de Maracay 0.49% de Caracas. Así pues ¿Cómo se considera posible que los problemas de agua que presenta el país sean parte de un saboteo cuando la administración del recurso y el ente que debería estar ocupado en ello no toman acción al respecto?

Es importante resaltar que el ejemplo citado anteriormente es un referencial sobre la gestión y sensibilidad del narco-régimen hacia las necesidades más básicas de los venezolanos. Números porcentuales sencillos demuestra su ineficiencia y su poca capacidad para solventar los problemas de un país que les ha quedado bien grande, puesto muy aparte del agua que nunca hay, se sabe constantemente de la insalubridad que existe en todos y cada uno de los embalses de Venezuela, las noticias que más resaltan al respecto son los hallazgos de cadáveres a orilla o flotando en los mismos, la inseguridad general al no poder considerar ni siquiera un embalse como un espacio de recreación, puesto que todas las “iniciativas” se acaban mucho antes de comenzar tal como sucedió con el embalse de Zuata.

Finalmente, los venezolanos tratan en la medida de la posible de tapar la goteras de su casa comprando el vital líquido, sin embargo al momento de sacar cuentas se deja ver que la solución no es tan viable puesto que un litro de agua embotellada (por irnos a lo más imprescindible) está entre 350.000 y 725.000 lo que según el sueldo mínimo actual y vigente (2.550.500) equivale a entre 4 y 7 botellas de agua al mes. No hay solución que tenga sentido para un venezolano que vive envuelto en la hiperinflación desatada por esta dictadura corrupta que nos ha ahogado en miseria y se esmera por obligarnos a tapar las goteras que hasta los que no viven con nosotros las pueden ver.

@EsLaQuintero