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Entre confusión y cosas de tinte inauditas para un estado con fundamentos democráticos como el nuestro, un ordenamiento jurídico que ha sido cercenado por “pseudo gobernantes” con un prontuario judicial público y notorio, triste realidad que respira cada habitante y exiliado del país, y nombro a los exiliados porque aquí fueron asediados, perseguidos, en su momento torturados y echados de nuestra tierra bajo amenaza de “te quedas quieto o te metemos preso”. Continuando este mismo patrón de persecución, a todo esto, preguntamos ¿Quedarán impunes? La respuesta es no, es imposible que queden impunes, el caudal de violaciones a los derechos fundamentales en Venezuela, “le quitó la máscara” al régimen opresor.

Uno de los hitos más importantes de la historia venezolana es el reconocimiento de los derechos humano, y parte de la cultura de su gente el estar familiarizados con ellos, y es por ello que estos han sido bandera en esta lucha titánica contra un tirano que cada día queda al descubierto ante el mundo por su proceder autoritario al margen de la constitución y las leyes.

En el estado Apure el 16 de diciembre del 2016 en Guasdualito, el concejal Carlos Andrés García, se convierte en preso político de la narco-dictadura que poco a poco fue sacando las garras hacia este ciudadano, quien posteriormente enferma con ACV y toxoplasmosis, le es negada la atención medica correspondiente, todo por estar contra el sistema de turno, a quien dejaron morir un 17 de septiembre del 2017, se volvió el primer preso político que muere a manos del régimen, entre tantos intentos de manchar su imagen se les cayó la careta, apure sabe quiénes son ellos, Venezuela entera y el mundo sabe de qué son capaces.

Se les cayó la máscara al apuntar al pueblo, a esos más de 130 jóvenes que cayeron en el asfalto en manos de los esbirros, pero ellos también saben que el ciudadano de a pie se está revelando, y más allá de rebelión, quieren hacer valer sus derechos para poner punto y final a la hecatombe que trajo el virus del socialismo. Se les cayó la máscara cuando sin el debido proceso, sin nada, solo una nerviosa excusa para llamar la atención y esquivar el desastre desatado por su nefasta e improvisada política de “gobierno” arremeten contra el diputado Juan Requesens, pretendiendo humillar hasta lo sumo su imagen, cosa que será improductiva porque la imagen de un luchador que todo un país conoce jamás podrá ser suplantada por la perversidad de una dictadura herida, agonizante y sentenciada.

Han sido innumerable los casos por delitos de lesa humanidad en este suelo, quiero recordar que todos los venezolanos hemos nacidos libres e iguales en dignidad y derechos, y que el restablecimiento de ese orden constitucional y consuetudinario está en manos de aquellos que promovemos la esperanza de una Venezuela Libre y pujante.