(Ciudad Bolívar. 17/09/2018) La mañana de este sábado, las instalaciones de la empresa del aluminio CVG Venalum amaneció con sus trabajadores de brazos caídos en forma de protesta por la falta de cumplimiento en el pago del salario y beneficios correspondientes a estas quincenas.
Cuando ya se cumple un mes del anuncio en el incremento del salario mínimo a BsS. 1.800 y dos semanas en la publicación en Gaceta Oficial de esta medida, ya se han visto los efectos de esta barbaridad económica cometida por el régimen dictatorial en su afán por destruir la economía y a los trabajadores.
Es evidente que más empresas se vieron en la necesidad de hacer una reducción de personal, así como otros que optaron por vender la mercancía en existencia y cerrar, sin plantearse la opción de reponer material, y otros que llevaron a igualar a sus trabajadores en el sueldo mínimo, pasando por encima de la meritocracia y estructura organizativa de dichas empresas.
CVG Venalum es una muestra de que este régimen toma medidas económicas de forma arbitraria sin medir las consecuencias, y que carece de los fondos económicos para cumplir con sus empleados.
Entre las promesas con las que aún no ha cumplido la directiva de la empresa del aluminio se encuentra el bono escolar para ayudar a sus trabajadores a paliar el gasto que implica la compra de los útiles escolares.
Mientras tanto, en Venalum se encuentran paradas las plantas de carbón, de envarillado, de reducción I, II y II, y la planta de colada, donde los trabajadores solo se limitan a cumplir horario hasta que la directiva de la empresa no dé respuesta certera de en cuánto quedará el salario de ellos, luego de la reconversión monetaria y la puesta en marcha del sueldo mínimo en BsS. 1.800.