(Barcelona. 08/10/2018) Las enfermeras Kareth Peraza, Denilda Luna y Eliana Castillo, del Servicio de Neonatología del Hospital Luis Razetti de Barcelona, Anzoátegui, fueron trasladadas este domingo al tribunal de Control número 1, a cargo de la jueza Raiza Irazabal, donde la Fiscal del Ministerio Público de flagrancia Agustina González pidió privativa de libertad acusándolas del delito de hurto calificado.
El abogado José Santoyo informó que el abogado defensor Boris Figuera le indicó que aunque las enfermeras recibieron libertad sin restricciones, la investigación continúa abierta, por lo que podrán ser citadas por el Ministerio Público o por el Tribunal de Control para que esclarezcan los hechos.
«Insisto en que estas detenciones ilegales tienen una clara intención de amedrentar a quienes alzan su voz para denunciar la crisis hospitalaria, pues las enfermeras tienen más de 100 días exigiendo el derecho a la salud y sus reivindicaciones laborales», dijo Santoyo, quien también es dirigente del partido Vente Venezuela en Anzoátegui.
Vale recordar que las profesionales de la salud recibieron una citación del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas para rendir declaraciones a partir de una inspección al hospital, posteriormente los funcionarios policiales se dirigieron a los domicilios de las enfermeras y las detuvieron sin que mediara ninguna orden judicial.
Este evento no es aislado. En Bolívar, la doctora Maryori Teresa Medina Parra fue detenida este sábado por efectivos de la Dirección de Contrainteligencia Militar. El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, exigió esta semana su liberación inmediata.
Además, desde las 6 am de este lunes, jubilados de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) toman los portones de acceso de áreas administrativas y residenciales de Guaraguao, en reclamo pago intereses del fondo de pensiones, vencidos desde el año 2014. También hay unos 300 trabajadores de Pdvsa activos pidiendo ajustes salariales, mientras en Bolívar los trabajadores de las empresas básicas de Guayana exigen que Maduro se vaya.
Para Santoyo, se trata de una «Venezuela en efervescencia» que protesta no solo por beneficios laborales, sino por la salida de la dictadura que los mantiene en pobreza, hambre y destrucción.