(Maracay. 29/10/2018) Muchas gracias a quienes me recordaron en la fecha de mi cumpleaños, sí es verdad, ya tuviera diecinueve, pero no, siempre tendré diecisiete. Cuando en un sueño Gaby me preguntó, en un sueño, si había sentido dolor, le respondí que no, que sentí que había salido de allí convertido en un guerrero de luz, y por aquí hay muchos guerreros como yo.
Por aquí está Juan Pablo, tremendo jugador de baloncesto, no le he podido ganar una, ni jugando un veintiuno. Está David, Hecder, Armandito, todos somos panas y hablamos mucho de lo que pasó, como vemos las cosas, nos preguntamos qué habríamos hecho diferente, pero lo que me llama es que nadie está arrepentido. Desnudamos la maldad de esa gente y se la mostramos al mundo. Cuando llegamos nos recibieron Robert y Bassil, tremendos panas; y en estos días llegaron unos chamos de Nicaragua y lo que más me asombra es la sintonía que tenemos, y aprendí que juventud y libertad son sinónimos, yo pude haber llegado a tener cincuenta, sesenta ¿Qué sé yo cuantos años? Pero si uno ama la libertad, uno siempre es joven, siempre se tienen diecisiete años ¿A quién no le gusta ser siempre joven?
Sé que a mi papá le preocupa que me olviden, pero sé que no será así. La maldad nunca triunfa, ahora que sé más sobre eso, estoy completamente seguro. Aquí donde estoy no hay seres oscuros. Y allí donde están, millones son seres de luz.
Un buen líder debe estar dispuesto a sacrificarlo todo por la libertad de Venezuela. No se olviden de eso muchachos, porque el que está leyendo esto tiene que tener alma de muchacho, espíritu de muchacho, voluntad de muchacho. Venezuela se merece ser siempre joven, no dejemos que envejezca.
@RaefZibaqui