(La Asunción. 30/10/2018) Asusta el sólo pensarlo, es como saber que vas en un avión que se va a estrellar y no puedes hacer nada. Sin duda María Corina es admirable, no sólo porque camina por las calles de Venezuela, o porque hace denuncias o da un discurso “bonito” lleno de esperanza, va mas allá, el pueblo al que defiende en oportunidades la golpea, le roba, incluso la ignora, no muy en el fondo sabemos que Venezuela no ha caído en el abismo porque ella la sostiene, entonces: ¿Quién la sostiene a ella?
A parte de política, es un ser humano, siente, se cansa, llora, grita, duerme, se ducha y come, surgen más interrogantes ¿seguiremos dejándole el peso de la libertad?, ¿Nos merecemos la lucha que ella hace por todo un país?
El régimen no se cederá por una sola persona, sino por millones de ciudadanos que verdaderamente sigan ideas coherentes y se organicen para el quiebre que propone María Corina, debemos escuchar lo que nos dice, a donde nos dirige, contagiarnos de su fuerza, su temple y su constancia, porque no solo lucha con un narcorégimen, también contra una “oposición” corrupta, vendida y mentirosa.
No nos quedemos en discusiones por redes sociales o indiferentes, la reflexión es: ¿realmente qué estamos haciendo para que las cosas cambien?, ¿dejamos que nos sigan matando?, ¿que sigan callando a quienes luchan por nosotros? o ¿nos unimos y los quebramos a ello?
Después de 20 años creo que es hora de estar presentes, si tomamos su mano y hacemos una cadena indestructible levantaremos nuestro país, acompañémosla en cada rincón, porque no es su responsabilidad, es la responsabilidad de cada uno de los venezolanos, pero sin duda la necesitamos al frente.
Es momento de cambiar y trabajar en equipo, pero para lograr los cambios necesarios, ya han sido suficientes muertes y torturas como para seguir dándole la espalda al “quiebre”, entonces, es injusto que una mujer de 70 kg aproximadamente, con una altura xx tenga que cargar las esperanzas, además de las expectativas de más de 30 millones de personas.
Venezuela necesita a María Corina y a cada ciudadano dispuesto a derrocar al régimen.
Oriana Reyes