La historia venezolana se ha visto manchada de sangre, pero aparte, colmada de una historia un poco fuera de lo común, donde se observaba la distribución del oro blanco, que en este caso, lo denomino como el “poder”, con la sencilla excusa de que era “democracia verdadera”.
Movimientos y partidos siguiendo todos ideales que al fin de cuentas eran totalmente lo mismo, “Socialistas”, los cuales creaban una especie de guerra de fantasías tratando de demostrar un choque idealista para la sociedad. Luego de la caída de lo que se considera por muchos en la actualidad un pensamiento conservador nacionalista (Dictadura de Marcos Pérez Jiménez), comenzó a invadir a Venezuela una ideología que cada vez nos iba acercando más y más a una de las tantas desgracias que le ha tocado vivir a nuestro país.
Desde la salida del régimen de Pérez Jiménez (1958) Venezuela comenzó a vivir el principio del futuro, comenzaba a nacer el socialismo del siglo XXI. Aunque no se crea, mientras avanzaba este sistema el cual inicio con Rómulo Betancourt y la firma del Pacto de Punto Fijo, en lo más recóndito nacía una especie de necesidad la cual se fortalecía más y más al paso de cada nuevo “gobierno democrático”.
Y, si utilizo demás el término “democracia” es adoptando el término utilizado en la época para denominar a un grupo de líderes corruptos que pensaron en sus necesidades e ideologías antes de esa necesidad que poco a poco iba creciendo. Y ese descuido tan grande fue el que llevó a padecer esa intentona golpista del 1992 donde ya la necesidad para este punto tenía sus objetivos claros y, claramente, ya no existía vuelta atrás. Y aquellas banderas blancas que una vez se movían a favor del viento y de una democracia imaginaria ya para ese entonces se comenzaban a tonar de un color rojo y puro como la sangre.
Para este momento, la ignorancia había tocado los corazones de los miles de venezolanos que una vez se sintieron identificados con aquella necesidad con poder. Tocó la puerta aquella tan ansiada fecha del año 1998 con aires de una esperanza que arropaba a los miles que le seguían. Las banderas que una vez se tornaban blancas, ya para este momento eran totalmente rojas, ya habían invadido socialmente aquel pensamiento totalitarista del cual se temía, llego a nuestro país el Socialismo.
Por lo menos del año 1958 hasta el año 1997 se vivió o se respiraban aun aires de libertad, pero esos aires eran contaminados con aquel hedor de la corrupción. El tiempo pasaba y aquella necesidad con poder que una vez toco y abrazo a todos los venezolanos, hoy se reflejaba en una persona, en un líder muy carismático que, con sus encantos seguía enamorando a todos a su paso.
Gracias a este amor tan grande que inundó los corazones de los compatriotas, esa cara bonita de aquel líder carismático, comenzó a cambiar y a mostrar lo que en realidad quería para todos, su objetivo principal. Y ese mismo año comenzaba a impulsarse uno de los proyectos más importantes para el socialismo venezolano, una constituyente que no solo pensaba en el ciudadano de a pie, sino en cómo amordazar de una manera al venezolano que con su esfuerzo había construido una vida en su país.
Pero esto no era suficiente para mostrar al pueblo lo que en realidad podía suceder en el futuro, mientras se trataba de volver polvo uno de los derechos fundamentales de cada persona en el mundo –Derecho a la libre expresión-. Pero el cierre de un canal privado muy popular para la época tampoco fue suficiente para la mentalidad de la ciudadanía.
Ahora el tiempo ha pasado en un abrir y cerrar de ojos, hoy nos damos cuenta que ya son casi 19 años de lucha, pero también nos damos cuenta que muchos pierden la esperanza y que muy pocos siguen ahí para seguir la batalla.
Yo solo soy otro joven venezolano que anhela la libertad, que anhela sentir la libertad. Los jóvenes de hoy cargamos con las consecuencias de las decisiones que un día la ignorancia tomo, pero también cargamos con la idea de que haremos lo imposible para que esta historia no vuelva a ocurrir.
Hoy solo nos queda recuperar el presente para hacer un nuevo futuro pero no olvidando que todo esto se logra con la unión. Porque el verdadero poder para rescatar a nuestro país está en nuestras manos y que solo juntos podremos lograr conseguir esa libertad que tanto deseamos.
Mi lucha es tu lucha, nuestra lucha no es solo por nosotros, sino por aquellos que hoy sufren desamparados las consecuencias de las decisiones que un día la ignorancia tomó…
Héctor E Antuarez R
Maturín 02/11/2018