Las naciones del mundo hoy no pueden aunque quieran, hacerse los ciegos o sordos ante tan aberrante situación que hoy vive nuestra Venezuela. Para ellos, es imposible evadir la responsabilidad de contribuir a la libertad.
No se puede predicar la libertad en calzones. Hoy el Régimen se encuentra dividido y atrincherado, Nicolás Maduro no es reconocido como presidente de Venezuela por la gran mayoría de los ciudadanos y por una comunidad internacional avasallante.
Un país sumergido en una de las peores crisis del mundo, no se explica cómo siendo tan rico cayó tan bajo. Pero esto va más allá de lo que muchos no se atreven a mencionar por temor a represalias o señalamientos infundados, y es que existe una complicidad y lealtad a toda costa. Esta complicidad se encuentra en todos los niveles de nuestra sociedad. La corrupción carcomió nuestra democracia, y si verdaderamente se quiere un cambio rotundo, se debe predicar vestido y no desnudo.
Son 20 años en el que nuestra nación fue inducida a la mediocridad, la pobreza, el miedo y terror. Para ello, el régimen cuenta con el poder comunicacional, para alimentar la desconfianza y la desesperanza sumado a las estrategias oxigenantes de algunos políticos y el uso del fusil como escudo. Pero todo tiene un límite, un vaso se llena gota a gota y hoy se llenó, la gente no sigue creyendo en mentiras. Y como evidencia, hemos visto personas tomar las calles, el apego irrestricto al plebiscito 16J, así como la no participación de los últimos fraudes electorales, esto solo nos dice una cosa: la gente despertó.
Todo está ocurriendo a un ritmo tan vertiginoso, es tan avasallante el apoyo internacional hacia Venezuela y Juan Guaido como presidente interino de Venezuela, que quien pretenda manchar esta transición, podría quedar marcado de por vida.
Los pasos que está dando el Presidente Interino Juan Guaidó, son dignos de un verdadero político de formación académica que abre la puerta hacia un cambio político real en Venezuela, pues la Juventud es quien está asumiendo las responsabilidades a pesar de las circunstancias y de las consecuencias.
Día a día la gente se suma a esta nueva oportunidad bajo la Constitución y sus artículos 232, 333, 350. Día a día, la comunidad internacional suma aliados a la causa por la libertad y justicia en Venezuela.
Es la hora de que el actual presidente interino asuma su rol y con coraje haga un llamado a la Fuerza Armada Nacional, que se apeguen a la Constitución, al lado correcto de la historia. Es la hora que la Asamblea Nacional asuma sus competencias y atribuciones, que los políticos dejen a un lado el partidismo, el cogollismo.
Venezuela y sus ciudadanos están con el cielo a favor, es el tiempo correcto para unir y sumar esfuerzos, hay que derrotar un enemigo; el miedo, la desesperanza, la desconfianza.
Aunque es tan rápido la forma o manera en que están ocurriendo las cosas, ha producido un efecto tal, que la gente está despertando de este letargo, hay una alegría espontánea y una fuerza en el ambiente hacia la conquista de la libertad, que podríamos catalogar de impresionante.
Venezuela está de parto, está naciendo una nueva Venezuela, solo hay que unirnos, asumir las responsabilidades, hacer valer y respetar nuestra constitución y lograr el objetivo. Sin intereses políticos sin jugar a espalda de los ciudadanos, siendo claros y transparentes.
Eduardo Navas