José Satoyo, abogado defensor de los derechos humanos, representa al joven reprimido
Félix Acosta, joven procedente del estado Anzoátegui que fue brutalmente reprimido, solicita a la Alta Comisionada de las Naciones Unidas ser testigo de todas las violaciones de derechos humanos en Venezuela
(Barcelona. 01/02/2019) Félix Acosta es uno de los jóvenes que casi muere por una herida de bala durante las protestas del pasado 23 de enero en Barcelona, estado Anzoátegui, donde funcionarios policiales reprimieron con brutalidad contra quienes estaban manifestando para exigir la salida de Nicolás Maduro. Félix exige la presencia de Michelle Bachelet en Venezuela para que evalúe in situ todos los casos de violación de derechos humanos.
José Santoyo, abogado defensor de los derechos humanos, desde que ocurrió el hecho hizo seguimiento del caso y ahora asiste legalmente a Acosta. “Aunque el joven se ha recuperado satisfactoriamente, es una víctima de la brutal represión de esta dictadura”, expresa Santoyo.
Refiere el jurista que hasta ahora ningún fiscal del Ministerio Público ha comparecido al Seguro Las Garzas donde está hospitalizado Félix para iniciar las investigaciones correspondientes. “No conocemos que hayan detenidos por este caso, a pesar de que el mismo Félix y testigos del hecho vieron que fue la policía. Se maneja la información que entre Polibolívar y la Policía Nacional se pelotean la responsabilidad del caso”, concluye el abogado.
Según Santoyo, ante esta indefensión institucional en el país, su representado apela a órganos internacionales y a Michelle Bachelet, para que recoja los testimonios de quienes han sido víctimas en Venezuela de la violencia de los órganos de seguridad del Estado, que se han convertido en escuadrones de la muerte que aterrorizan y asesinan ciudadanos.
El dirigente regional de Vente Venezuela afirma que la misma Organización de las Naciones Unidas (ONU) registra un total de 40 fallecidos y más de 850 detenidos por las protestas ocurridas en los últimos días en el país. Vale destacar que entre los detenidos hubo, al menos, 77 menores de edad que han sido víctimas de torturas y tratos crueles.