Skip to main content
immediate bitwave Library z-library project books on singlelogin official

La verdad es que no son mis amigos personales, pero son tantas veces acompañándome en el primer café de la mañana, que uno llega hasta a conocerlos. Puedes intuir cuando están de mal humor o están contentos, están agradados con el personaje entrevistado o simplemente están irritados con las respuestas. Es que el ejercicio del periodismo en Venezuela definitivamente es cuestión de agallas, al menos el buen periodismo.

En las distintas convocatorias de calle que organiza “la oposición” sí, entre comillas, porque la narrativa cada día se acerca más al cambio definitivo. No es extraño ver ataviados como en un escenario de guerra a foto reporteros, cascos, máscaras anti gases, chalecos antibalas. Algunos reales, otros improvisados de confección casera hechos con láminas de radiografías. Y es que el riesgo es real, es mejor estar prevenido. Al reportero alemán Billy Six la dictadura lo retiene, lo envía a una mazmorra putrefacta donde derechos humanos es un término vacío, ilógico por incoherente. Su único delito es hacer una toma fotográfica demasiado cercana del último bagre.

Aquellos que hacen la labor de anclas en los noticieros televisivos, no es necesario observarlos mucho para darse cuenta cuando no están agradados con lo que comunican. El lenguaje corporal los delata, tratan de ser más sobrios que lo que les exige la tarea. Y desde aquí uno les entiende, les apoya y defiende. La dictadura no es baladí, es cosa seria que ahogando la libertad, ahoga la existencia. Mi solidaridad, aún sin haber concluido esta oprobiosa aventura, podemos decir, la libertad triunfó. Ya no hay vuelta atrás.

Mi amiga Esteninf se obstinó. Supongo que el límite de la paciencia se había desbordado tiempo atrás, no necesito conocerla para imaginármela discutiendo sobre hasta el más mínimo detalle que atente contra su dignidad. Medir cada palabra de su editorial. El 23 de Enero para Esteninf, el quiebre.

“Ustedes también son venezolanos y pueblo. Seguramente su familia tampoco tiene qué comer o no tiene medicinas. Recuerden eso cuando piensen atentar contra alguien por pensar diferente”.

Mi amigo Derek fija su posición, se pone del lado humano de la historia. Porque hablar del lado correcto es inútil por demasiado obvio, es además el lado humano. La libertad es un valor inherente al ser humano. Ha podido llamar a Juan Guaidó por su nombre, a secas.  Ha podido llamarlo como el Presidente de la Asamblea Nacional, en ambos casos quedaría bien con el equipo de redacción, con los directivos, con cualquiera que decide amargarle el día a través de las redes sociales. Aún si al llamarlo por su nombre, a secas. Toda Venezuela sabe cuál es su verdadero cargo. Derek rompió el cerco, el silencio, el tabú, los miedos. Y se refiere a Juan por cómo debe ser, como lo establece la Constitución Nacional.  Presidente (encargado) de la República.

Bien por ustedes muchachos, cuanta gallardía en pocos segundos. Pero sé que no son, ni serán, los únicos.

 

La felicidad es cuando lo que piensas, dices y haces están en armonía.

Mohandas K. Gandhi.