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En la mañana del 24 de enero en el país se sentía un aire nuevo. Un aire fresco, al parecer. Una sensación de esperanza recorría las conversaciones de muchos ciudadanos. Se habría un nuevo camino y una nueva ruta. Se hablaba en demasía de un joven que, semanas antes, casi nadie conocía en el país. De tez morena, alto, delgado y con poco cabello, así se podría describir a la nueva figura de la oposición venezolana. Su nombre es Juan y su apellido Guaidó y fue este pasado 23 de enero cuando frente a una multitud presente, sus compañeros del parlamento, periodistas y partidos políticos, juró asumir las responsabilidades del ejecutivo nacional.

Juan, pertenece a Voluntad Popular y había sido electo diputado a la Asamblea Nacional en 2015 por el estado Vargas, obteniendo 97.492 votos (26%) y, desde entonces, forma parte del parlamento venezolano. Estudió en la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas para ser un ingeniero industrial, pero la política le atrapó en el camino. Su esposa se llama Fabiana Rosales, juntos tienen una niña que lleva por nombre Miranda.

Desde muy temprano las calles empezaron a colmarse el pasado 23 de enero. La convocatoria presagiaba ser todo un éxito. Miles habían asumido el llamado del joven líder como una nueva oportunidad. La política cobraba valor nuevamente en las calles y la bandera venezolana era el símbolo más exhibido, unos la llevaban en sus camisas, otros en sus gorras y algunos hasta en el rostro.

11:00 am y las expectativas por escuchar al líder opositor se hacían más grandes. Era el plato fuerte y la persona que todos querían oír. Se esperaban sus declaraciones y anuncios que aún seguían en suspenso. Lo precedieron algunos políticos y dirigentes opositores.

 

¡Traigan aquí la constitución!

Para entender de dónde provino esta decisión habría que ir al texto de la constitución vigente, la cual no contempla en sus escritos la situación actual, es decir, en ella no se encuentra la solución exacta al problema. La carta magna en su artículo 233 habla de las faltas absolutas y del vacío de poder que existe en el caso que un presidente electo no pueda asumir la primera magistratura del país pero en el caso actual la situación es que no existe un presidente electo por el desconocimiento que hubo a los comicios electorales efectuados en mayo de 2018.

Por tal laguna en la constitución no prevista por los constituyentistas de 1999 se contempló realizar una analogía constitucional al 233 por la similitud del escrito con lo que sucede actualmente y añadir al basamento jurídico el artículo 333 que ordena a cualquier ciudadano envestido o no de autoridad restituir la vigencia de la constitucional en el caso que fuese violentado el hilo constitucional.

 

¡Guaidó presidente!

El momento que todos esperaban había llegado. Juan, tomó la palabra y de forma muy serena comenzó su discurso. Pidió cantar el himno nacional y la multitud le acompañó en su pedido. Todo un marco bien preparado, vestido de patria y civilidad. Con el andar de los minutos, y su exposición de la crisis nacional, el runrún en la gente iba incrementando.

De golpe soltó la frase más destacada con la que generó la algarabía de los presentes “Juro asumir formalmente las competencias del Ejecutivo Nacional como el presidente encargado de Venezuela para lograr el cese de la usurpación, un gobierno de transición y tener elecciones libres” sentenció el joven diputado. Desde ese momento el ambiente fue diverso, es decir, por momentos hubo silencio y por otros, mucha consigna.  

Para el que piense que esta decisión salió de la nada, se equivoca. El tema había tenido su debate constitucional semanas antes en distintos lugares del país. La opinión pública se había volcado a este tema de forma impresionante y la pregunta más recurrente que se hacía en los pocos programas de opinión era ¿Debe Guaidó asumir la presidencia de la República? De asumir ¿Es constitucional esto? Guaidó el pasado 5 de enero había sido designado como presidente de la Asamblea Nacional, desde entonces él tenía en sus manos la responsabilidad de dirigir el poder legislativo venezolano.

La nueva encrucijada politica comenzó a partir del 10 de enero debido que este día Nicolas Maduro vencía su periodo presidencial de 6 años y debía juramentarse un presidente electo. El 20 de mayo de 2018 se habían realizado unas “elecciones” por parte del CNE conformado en Venezuela, pero no fueron del reconocimiento de la oposición política venezolana ni de una gran parte de la comunidad internacional. Por tal motivo, una vez llegado el 10 de enero los que habían desconocido ese proceso electoral iban a desconocer el periodo presidencial que pretendiera asumirse.

¡El pueblo pide acciones!

Su discurso para ningún estamento de la sociedad venezolana había pasado desapercibido. Era, sin duda, un antes y un después del conflicto político venezolano. La polarización era algo temido en un país donde la presidencia comenzaba a disputarse entre dos hombres.

Michelle Falcao, quien estuvo ese día acompañado la convocatoria opositora y es una joven estudiante de Comunicación Social, teme por la profundización de la crisis política pero vio necesario asumir con valentía esa decision. “Soy de las que apoya como venezolana a Guaidó en esta decisión y creo firmemente en el liderazgo joven que encarna. Son demasiados años viendo como las libertades son cercenadas en el país y algo tenemos que hacer. Esto es constitucional” sentenció la joven.

María Alvarez por su lado, mencionó que a pesar de sus 70 años de edad aún sueña con una Venezuela libre. “Mis hijos se fueron del país gracias a este desastre. Conocí la Cuarta República que, con sus errores, era una democracia y tenía sus virtudes, pero ¿Qué virtud podemos encontrar en que los hospitales no tengan ni medicinas ni los supermercados comida? ¡Ninguna! ¡No hay ninguna virtud en eso!” enfatizó la septuagenaria.

De esta manera el 23 de enero pasaría nuevamente a la historia, esta vez como uno de los días en que la política se hizo presente y golpeó la mesa de la opinión pública. Pasaría a formar parte como uno de los sucesos más importantes del país en lo que va de decada y siglo XXI. Luego de este episodio, miles de venezolanos recibieron al día siguiente un nuevo saludo “¡Buenos días, tenemos nuevo presidente”.

@SoyVanegasG