Es curioso cómo cada vez más la opinión pública se inunda de esas entelequias mitológicas como son : «Es que los derechos del pueblo», «la sociedad exige los derechos que», «en exigencia de los derechos de la comunidad»; cuando todo lo anterior no es más que una vulgar construcción lingüística y propagandística. La sociedad no tiene derechos. Punto y final, no hay medias tintas.
Ahora bien, ¿por qué no los tiene? Esa sería una legítima pregunta. En principio, porque la sociedad no puede ser sujeto de derecho. Me explico, los sujetos de derecho son todas aquellas personas jurídicas o naturales que, de acuerdo al ordenamiento jurídico de la república, gozan de derechos y les atañen deberes. Por ejemplo, yo tengo derecho a la libertad de expresión y tengo el deber establecido por la Constitución de ejercer el sufragio. Claramente, mi condición es la de una persona natural con personalidad jurídica, es decir, soy un ciudadano sujeto a la ley.
Por otra parte, una persona jurídica puede constituirse a través del Derecho Civil o del Derecho Mercantil, de acuerdo con las normativas que les son propias en los distintos tipos de ficciones jurídicas que se constituyen como vehículo de la norma, para que los ciudadanos ejerzan su derecho a la libertad de asociación. De esta manera, una fundación, una asociación civil o una sociedad anónima son todas ficciones jurídicas que representan a grupos de individuos que se agrupan para algún fin.
No obstante, ese grupo de asociados es finito y limitado. A su vez, el fin está claramente delimitado y es compartido por cada integrante. Por otro lado, estas instituciones creadas y normadas por el Derecho están sujetas a sus disposiciones y pueden ser penadas por el, acorde a lo que corresponda. De allí se desprenden una serie de conclusiones interesantes sobre la «sociedad».
Primeramente, ¿sociedad qué? La sociedad es un conglomerado amorfo y totalizante que engloba a todos los individuos, sin necesariamente representar a ninguno. Luego, la sociedad no puede estar sujeta al Derecho, primero porque no es una ficción jurídica; segundo porque se tendría que juzgar a ¿quién? ¿dónde está ahí el responsable? No existe. Por último, ¿qué derechos? ¿dónde comienzan y dónde acaban? Es un concepto omnicomprensivo.
La conclusión que extraigo es clara: No hay sujeto de Derecho en la sociedad, por lo tanto no puede tener derechos y deberes.
Punto y final.
Lorenzo Rodríguez