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(San Antonio de los Altos. 03/04/2019) Venezuela está atravesando uno de los momentos más difíciles de su historia contemporánea, después de un sexto apagón nacional de manera consecutiva entre el mes de marzo y abril. Este lunes 1 de abril, en horas de la madrugada, los venezolanos dejamos claro que no existen salidas a medias tintas, ni posibilidades de seguir en falsos diálogos. La única salida posible es a través del recurso constitucional del articulo 187 en su numeral 11, siendo competencia de la Asamblea Nacional, el poder autorizar misiones militares venezolanas en el exterior o extranjeras en el territorio nacional, todo ello con el fin de garantizar el ingreso urgente de una misión humanitaria extrajera de paz que permita el ingreso de medicinas, comida y un cambio de régimen.

Esta situación que estamos padeciendo todos los venezolanos no es obra de focos externos, ni son ataques al sistema eléctrico nacional, es simplemente la consecuencia de más de veinte años de ineficiencia y corrupción. La terminal del Guri no ha recibido mantenimiento en casi dos décadas, generando en el mes de marzo y el primer día del mes de abril un aproximado de 240 horas sin suministro de energía eléctrica a nivel nacional.

La falta de electricidad ha paralizado al país por diversos motivos, y es lo que me lleva a decir que la única salida posible es el artículo 187.11. En primer lugar la crisis hospitalaria que aumentó en forma considerable los últimos días ya que en hospitales y en centros de salud primaria, como ambulatorios, no contaban con suministro eléctrico de ningún tipo y no tenían posibilidades de obtener una planta eléctrica capaz de satisfacer las demandas de decenas de pacientes cuya vida dependía de un sistema de respiración artificial o la intervención quirúrgica.

Según datos ofrecidos por la Asamblea Nacional se registó más de un centenar de fallecidos a causa de la falla en el sistema eléctrico nacional. En apenas 48 horas los pacientes del Hospital Universitario de Caracas gritaban desde las habitaciones que se estaban muriendo. Un suceso verdaderamente lamentable y que pocas personas conocen, por el siguiente punto al que me voy a referir: las redes de telecomunicación a nivel nacional.

La falla hizo que los venezolanos estuviesen sumidos en la desinformación ya que a las redes, el único medio por el que se logra combatir la censura parcialmente, las personas no tenían ningún tipo de acceso. El régimen simplemente logró crear desesperación y angustia entre los ciudadanos dentro y fuera de nuestras fronteras. Entre otros puntos resaltantes de estos días, vimos cómo la comida de las casas de todos y en restaurantes se dañaba por los largos periodos sin refrigeración, esto no es más que un logro del socialismo y la injerencia cubana en el país.

Estando en contexto, puedo dividir al país en dos, no políticamente sino de forma social. En los días que llevamos sin servicio eléctrico me di cuenta de dos realidades : una es de los ciudadanos que no estamos de acuerdo con este  sistema y no nos acostumbramos a seguir en la miseria impuesta por Maduro y su narcotiranía; sin embargo, hay una parte de la población que apenas se restituye el servicio se alegra porque volvió y salen a la calle manteniendo un ambiente de normalidad, cuando lo que vivimos no es normal y como ciudadanos debemos hacer que estas personas cambien de mentalidad, porque la indiferencia y el conformismo durante más de dos décadas nos han llevado a la destrucción.

No se necesitan más pruebas, no es un capricho, es la realidad que piden los venezolanos a diario cuando se mueren familiares, amigos, cuando no hay comida o cuando el país no tiene ningún cambio. Ya lo único que se necesita es solicitar la ayuda humanitaria necesaria porque si no, nunca llegará. Sólo la  Asamblea puede solicitarlo y el presidente (E) Guaidó ejecutarlo, no necesitamos más muertes, necesitamos avanzar de una vez por todas hasta lograr el cese de la usurpación en Miraflores, es la única manera y el tiempo nos dará la razón. Esta es la ruta del coraje con la que solicitamos el 233 y es la misma ruta inequívoca con la que solicitamos el 187.11.

@mborsegui