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(Maracay. 12/04/2019) Una Venezuela que lucha contra el desespero se levanta cada día para buscar razones y motivos que le hagan creer que el fin está cerca; pero que cuando los venezolanos leemos las noticias acerca del país, cuando estudiamos el entorno en el que se está escribiendo nuestra historia, podemos percibir que hemos entrado en una angustiante calma.

Seguimos haciendo lo mismo, “Vamos Bien”,  vamos a marchas pero no vemos un cambio. Puede ser, en primer lugar, porque muchas cosas cambiaron de repente, en solo 30 días, y aunque esas estocadas fueron ideales y propicias hoy por hoy los ciudadanos están buscando cada vez más respuestas, pero sobretodo un fin.

Pocas ilusiones podemos crearnos cuando al momento en que parecía que el presidente (E), Juan Guaidó, iba a dar inicio a la activación del artículo 187, numeral 11 de la Constitución, nuestro mejor aliado, representado por Elliot Abrams, aseveró que era “prematuro”. Las esperanzas se vinieron al suelo, parecíamos vernos solos, al menos en las calles eso se sentía. Pero, nuevamente allí, donde todo se hace público, donde todo se siente y donde más resultados obtenemos, logramos que una vez más nuestros vecinos y aliados hicieran su parte para ayudarnos a concebir nuestra anhelada libertad.

El más mínimo aliento nos mantiene vivos, para continuar esta carrera que le llevamos ganada a la dictadura, pero que sigue aferrada a su falsa esperanza de que pueda resistir. Recientemente, Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, el primer país en reconocer a Juan Guaido como presidente interino, declaró que no descarta una intervención militar armada a Venezuela, aunque quien lleve la batuta en este punto sea EEUU, y eso devuelve la esperanza casi inmediatamente a un país que se daba por condenado. Así renueva las ganas de seguir luchando y de mantener vivo el asfalto que nos ha traído hasta donde estamos.

No nos dejaremos robar nuestra libertad, clamamos por una intervención que, más temprano que tarde se dará. Y son las Fuerzas Armadas las que se verán obligadas a devolvernos la paz y la democracia que por intereses individuales nos quitaron a los ciudadanos. Hoy somos más fuertes; hoy renacemos de las cenizas; hoy seguimos de pie, en búsqueda de nuestra libertad y confiando en el hecho de que una intervención sigue siendo nuestro plan A. Seguimos luchando, art 187, ya.

Laura Quintero