(San Cristóbal. 01/05/2019) Recientemente se estrenó en Venezuela Los Vengadores “El Juego Final” en conjunto con el estreno de Marvel Comics a nivel mundial. El estreno aparece justo en un momento crucial de la historia que se está escribiendo en el país, similar en algunos aspectos al que se vivía cuando se crearon los primeros cómics, en el curso siniestro que llevaba la segunda guerra mundial, y donde la población se sentía indefensa en contra de la propaganda nazi que hacía ver a sus tropas indestructibles e imposibles de derrotar. La creación de personajes como Capitán América insertaron en las emociones de la población norteamericana y del mundo, la esperanza de un soldado héroe que puede derrotar efectivamente al enemigo.
Y posteriormente a la Segunda Guerra Mundial, con la continuación de la guerra fría en donde se vio amenazada la forma y el estilo de vida de los ciudadanos del mundo y de los países libres. La misma amenaza que hoy se hace latente y cobra nuevas formas, ya no como guerra fría, sino como una asimétrica o guerra psicológica, pero con enemigos similares, el comunismo y el terrorismo (o fascismo) se podría decir, y en las nuevas circunstancias que vivimos en la actualidad, el filme con sus personajes, ya no solo de un soldado, sino de una cantidad importante de personajes heroicos que se suman a la fila de héroes vengadores, buscan enfrentar y derrotar a quienes pretenden poner en riesgo sus vidas y las de la humanidad.
Conectando con cientos de miles de venezolanos que aún permanecemos en el país, y la determinación que ya se cuenta desde hace unos cuantos años, de luchar hasta el final y derrotar al régimen comunista, que tiene a sus personajes del mal, usurpando el poder y matando todos los días a cientos de venezolanos. Por otra parte, se fortalece la idea de que es posible triunfar y derrotar a los villanos, cuando parecía imposible y a pesar de todas las dificultades.
En el momento cúspide de la película se siente en el aire de la sala de cine, la sed de venganza de los venezolanos ante lo que estamos viviendo, pero no de una sed de venganza asesina como la del régimen, sino una sed de justicia.
Saúl Acevedo