Skip to main content
immediate bitwave Library z-library project books on singlelogin official

El pasado primero de mayo, el presidente (E) de Venezuela, Juan Guaidó, realizó un interesante llamado a la crítica. Una acción muy plausible por tratarse del servidor público que este momento posee la elevadísima tarea de satisfacer la demanda más excepcional y apremiante en la historia de los venezolanos y de nuestro hemisferio, como lo es: desmantelar las redes macabras de este régimen encabezado por el Chavismo – Madurismo, el cual ha demolido el futuro de nuestro país. La demanda de los venezolanos es recuperar la libertad que nos ha sido robada.

En ejercicio entonces de la libertad de expresión, con una visión compartida por mis compañeros de organización, y que la mayoría de mis familiares y amigos ha mencionado en algún momento, denuncio en estas líneas, algo que alarma y genera una sensación de descomposición estomacal.

Para absolutamente nadie es un secreto las cifras inimaginables de muertes y torturas que han ido inflando una tasa de dolor grotesco en nuestro país. A cientos de venezolanos se les arrebató la vida por su digno deseo de recuperar el orden y detener el paso constante de las sombras de terror sobre nuestro tiempo. ¿Es un crimen levantar la voz y exigir el cese definitivo de la usurpación? Para nada lo es, pero, ¿Es un crimen vacilar entre opciones para que el cese de la usurpación ocurra? Allí si nos encontramos con un nuevo dilema…y es que, vivir en la fantasía de que el grupo usurpador y criminal que ha generado esta miseria se “irá de forma pacífica”, con “democracia” amañada o presionando con marchas fuera de claridad, sentido y contexto de la gravedad que vivimos hoy, si se constituye un crimen.

Es un crimen enviar ciudadanos desarmados a morir, solo para alimentar la vanidad de políticos serviles a sus propios intereses. Cada vuelta a la manzana se traduce en vidas humanas perdidas, ¿Cuándo entenderán que en Venezuela somos enemigos del utilitarismo? Aquí cada vida humana cuenta y cada joven asesinado no es un animal sacrificable. A los factores colaboracionistas del narco gobierno se les notan las costuras; la excesiva “prudencia” o el pacifismo de las acciones de la Asamblea Nacional, en un país bañado en criminalidad y dolor inmerecido por parte de la mano ejecutora del Estado, se traduce en apartar fríamente la mirada de cada muchacho, adulto mayor, madre, hermano, padre y vecino asesinado.

No, no y no. No estoy dispuesto a ver como un grupo vive con ideales de fantasía en un momento que demanda una acción real y definitiva. Solos e indefensos no podemos salir de este sistema tirano y esclavista; es irresponsable pedir colaboración a entes y fuerzas seudo gubernamentales que aun en este momento mantienen en sus paredes o en vallas ubicadas en la entrada de las mismas, la imagen del MOUNSTRUO de Hugo Chávez. Aun hoy en instituciones militares se puede leer “En este Cuartel Chávez vive… Patria Socialista o Muerte”. Es precisamente lo que ellos están decididos a hacer, exterminar a los venezolanos.

No, no y no. No es siquiera aceptable decir que por medio de la paz se les arrebatará el poder a los asesinos. Parafraseando un poco a Bruce Lee: Esperar que las mafias violentas cesen sus ataques ante las marchas pacíficas, es como esperar que un tigre no te ataque por ser vegetariano.

No, no y no. No puede ignorarse la forma en que hay colectivos armados y grupos de terror atacando a la población dentro de nuestro país. Incluso en mi municipio, los productores se ven amedrentados por grupos con armas, apuntándoles a la cabeza exigen silencio y dinero para mantener su red de sadismo, esto a costa del esfuerzo digno de los ciudadanos.  No, no y no. No veo nada de romántico en la muerte de inocentes, ni en la imbecilidad de quienes creen recompensarla con un simple pésame.

Hermano presidente (E), muchos me han dicho algo sobre usted, que resulta tan claro como el agua, que usted ha logrado en pocos meses lo que nadie en todos estos años. Pero, no quiero que más delante se hable de usted como aquel que apartó la mirada de los ríos de sangre inocente que han bañado nuestro suelo patrio. Ríos que hoy tristemente se están volviendo caudalosos y cuya naciente también la representan las convocatorias sin sentido. Presidente (E), ¡ES AHORA O NUNCA! Las naciones del mundo libre siempre han estado dispuestas a ayudarle y el consentimiento de los venezolanos grita un coro a viva voz: HAZ LO QUE REALMENTE FUNCIONA, ACTIVA LA FUERZA REAL.

Créame que, aunque soy su aliado (cuando se trate de la ruta trazada al inicio), tal y como se lo escuché a un amigo, no soy su fanático. Yo solo creo en la liberación plena de mi país, que es masacrado por la violencia, el terrorismo y la corrupción. Si usted se convierte en el penoso títere del envilecimiento, automáticamente se transforma en enemigo de la libertad.

Créame nuevamente: usted no puede exigirle el vuelo a los seres que se arrastran.

El honor no ha sido jamás la divisa de los funcionarios y fuerzas armadas que respaldan al régimen, que admito, no todos lo son. Por tanto, con honor tome usted la medida que en verdad funciona. Basta de la cobardía, del calculoso insensato y apremie la orientación de sus acciones hacia la realidad. Asuma de una vez por todas la activación del artículo 187 numeral 11, y solicite sin vergüenza alguna el respaldo de la Responsabilidad de Proteger (R2P) de la Organización de Naciones Unidas.

Sr. presidente (E), esto no es una sugerencia, es la demanda de una nación determinada a ser libre.

Hágalo por su hija Miranda, por su esposa Fabiana, por su madre y familiares, por todos sus hermanos venezolanos, ¡pero hágalo YA! ¡MUERA LA TIRANÍA, VIVA LA LIBERTAD!