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(Valle de la Pascua. 15/05/2019) Yo apoyo fielmente a los poderes legítimos. En la medida de la tolerancia posible he apoyado decisiones de la llamada unidad opositora. Sin estar convencida, trabajé por las elecciones a gobernadores de 2017, aun cuando iban en contra del plebiscito del 16 de julio. Y, al final, viviendo ese secuestro en carne propia en mi centro de votación,  declaré que jamás volvería a las urnas hasta que las elecciones fueran en democracia.

Juan Guaidó es un muchacho valiente y goza de mi admiración por haberse enfrentado a una mayoría parlamentaria que no apoyaba la aplicación del artículo 233; pero, frente a algunos diputados y a miles de ciudadanos el 23 de enero se juramentó como presidente encargado. Así, asumió el vacío de poder, usurpado por un tipo apoyado por las armas que someten la voluntad de los venezolanos.

Nuestros diputados en su mayoría no tienen idea de la urgencia que vivimos desde hace tiempo para salvar nuestras vidas y eso no lo podemos tapar con un dedo. Sus actuaciones han sido decepcionantes. Sin embargo, yo sigo apostando a la legitimidad, con la cual creo firmemente que podemos alcanzar la libertad y la justicia.

La legitimidad de estos poderes fue la base legal para lograr el apoyo de la comunidad internacional y ellos esperan, al menos, que nuestros poderes legítimos actúen coherentemente y en unidad de propósito, no entregando cuotas de poder a delincuentes usurpadores para lograr nuestra libertad.

Si aquí en Venezuela no es posible ejercer la fuerza con las instituciones correspondientes, debe solicitarse ayuda internacional, para que, por solicitud legal y legítima, se proteja a la población y se desaloje a la fuerza a las mafias: delincuentes criollos, militares cubanos y rusos, guerrilleros, colectivos, terroristas. Son grupos armados y sanguinarios cuyo sentido va contra la ciudadanía y, por ende, no permitirían jamás restablecer el orden constitucional durante la transición. Es necesario minimizarlos con ayuda militar extranjera.

Continúo haciendo un llamado a la coherencia y unidad de propósito de los poderes legítimos: presidente Juan Guaidó, Asamblea Nacional, TSJ en el exilio, Fiscal en el exilio. Apliquen la ley a todos los delitos de estos usurpadores, hasta que caigan y sean apresados.

Gracias a Dios, a los ciudadanos hablando aquí y allá, solicitando aquí y allá, presionando aquí y allá, movilizándonos y resteados por nuestro país y gracias también a la comunidad internacional, hemos avanzado al punto en el que muy pronto lograremos la libertad.

Realmente necesitamos ayuda extranjera para salir de este terremoto y levantarnos. Eso lo sabemos todos.

¿Por qué no lo aceptan?

Mercedes Matos Campagna