Cierto, el tiempo no alcanzó, pero fue suficiente para esbozar una materia tan dura y compleja como la militar, con la riqueza de matices y sugerencias que justifican la preocupación. A sala llena, la Academia de Ciencias Políticas y Sociales, por feliz iniciativa de Ramón Escovar León, ofreció un panel pocas veces visto, en el que tres enfoques aportaron al evento de una sobriedad que nos satisfizo.
Digamos, la sociología militar, la histórico-politológica y la jurídico-constitucional (y penal), fueron las vertientes necesarias para ir más allá de la crónica acostumbrada. En el fondo, la reflexión que se hizo escuela, representada por tres de sus discípulos, nos remite a Domingo Irwin, prematuramente desaparecido pocos años atrás.
Todas las ponencias fueron de un extraordinario valor, en el marco de un problema abordado con madurez. Sin embargo, nos llamó particularmente la atención la de María Amparo Grau al versar en torno a la justicia militar, su naturaleza y características en atención a lo establecido en la Constitución, toda la normativa y la jurisprudencia en materia de Derechos Humanos, incluso, allende las fronteras, para concluir que debe eliminarse.
Entendiéndola como una novedosa propuesta de interés para la transición, colocará el debate en un camino distinto al ya trillado. Los argumentos lucen sólidos y convincentes, sobre todo a la luz de lo que ha ocurrido en los últimos años con el empleo de la jurisdicción militar para zanjar los problemas políticos del país.
Tomamos debida atención de todos los planteamientos y no por casualidad, presenciamos el foro junto a María Corina Machado, pues, la materia ha sido de particular interés para Vente Venezuela y la Fracción Parlamentaria 16 de Julio. Dentro y fuera del hemiciclo, la hemos tratado con el respeto, la profundidad y seriedad que amerita.
@luisbarraganj