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(Maracay. 19/06/2019) Engaños, el venezolano ha sido víctima de mentiras y falacias durante 20 años, ha padecido los desgracias producto de negociaciones políticas debajo de la mesa, donde prevalecen intereses políticos y personales de unos cuantos sin importar el bienestar de aquellos ciudadanos que tantos males padecen.

Las mentiras han sido la causa de la debacle en la que se encuentra el país; mentiras de aquellos que dicen preocuparse por el pueblo venezolano pero al ofrecerles un cargo político con posibilidad de alcanzar jugosas cantidades de dinero, se olvidan de la necesidad de esos a los que representan; mentiras de aquellos que ensucian la política; de esos que marcaron la ruta para el cese de la usurpación y le dijeron a todo el país que solo negociarían los términos de salida del régimen y ahora se sientan a negociar en Oslo a través de falsos diálogos con un régimen que se burla una y otra vez de ellos.

Dicen que se aprende de los errores, y estos se cometieron en 2017 cuando se fue a una mesa de diálogo que no sirvió de nada, pero al parecer estos partidos políticos no aprendieron de sus errores, o más bien se rehúsan a aprender de ellos ¿por qué será? La respuesta está en esos funcionarios investigados en Colombia por corrupción durante su corta gestión liderando la embajada de Venezuela en Bogotá, siendo en verdad una decepcionante hazaña para el nuevo poder ejecutivo legítimo del país.

Ese Ángel Salvador que muchos venezolanos vieron en enero al desconocer junto con la Asamblea nacional al régimen usurpador de Nicolás Maduro hoy, ya a mitad de año, brilla por su ausencia, parece que en verdad la meta, más que el cese de la usurpación, era en verdad limpiar la reputación de un partido que desde su génesis se ha visto en vuelto en negociaciones ventajosas para ellos; liberar a su máxima figura de un encarcelamiento ciertamente arbitrario parece que era su verdadero objetivo, pero ¿dónde queda la ruta marcada por la Asamblea nacional en enero? Yo se los puedo responder; esa ruta se encuentra en España, junto a la esposa e hijos de este líder que para el venezolano en el año 2014 parecía otro Salvador.

Muchos dicen que la policía es sucia, pero les digo yo a ustedes: «La política no es sucia, hay políticos sucios que manchan la titánica tarea política» Sin embargo, a pesar de todos los males, aún hay jóvenes dispuestos a arriesgarlo todo por el cambio, que verdaderamente apuestan a la democracia, a la libertad de expresión, a un libre mercado que permita que ciertamente el país salga de este foso en el que nos encontramos, y si estás buscando donde depositar la confianza y la esperanza que tanto necesita el venezolano; aquí tienes ese lugar, en vente Venezuela, el partido de ruptura y que sin miedo a lo que pueda pasar le grita al régimen y a los partidos de «oposición» adeptos al usurpador: «Ya basta, su tiempo de mentiras se acabó y no permitiremos que vuelvan a destruir a este país tan hermoso como lo han hecho durante estos agonizantes 20 años».

Luis Fernando Valor