La compleja situación económica y política que ha sufrido Venezuela en los últimos años ha desencadenado una crisis humanitaria sin precedentes, la cual ha traído consigo la más cuantiosa oleada de refugiados que, según datos de varios organismos multilaterales, alcanza los 4 millones de venezolanos, cifra que día a día aumenta. Estos refugiados generan alteraciones al normal desenvolvimiento de las economías a donde llegan, ya sea por razones de adaptación cultural y de orden, o por capacidad instalada en materia de salud, trabajo y vivienda.
Ya son varios los países que han decidido implementar medidas para disminuir la entrada de refugiados, una de las más utilizadas es la exigencia de visado a los venezolanos que huyen de la crisis humanitaria que vive el país. Dichas medidas buscan dar entrada legal y ordenada a los refugiados que cada día cruzan las fronteras venezolanas en busca de condiciones de calidad de vida mínimas, las cuales no pueden alcanzar en su país natal.
Ante lo expuesto, surge una gran interrogante: ¿cómo pudo un país con altas posibilidades de alcanzar el desarrollo, convertirse en una amenaza latente para el hemisferio occidental?, se debe empezar por aclarar que Venezuela a lo largo de 60 años ha practicado un modelo económico fracasado, el socialismo, dónde no se garantizó el respeto a las libertades económicas. Estudiando la historia, se puede mencionar la caída del muro de Berlín, donde se demostró que el socialismo era un modelo que sólo traía miseria a las civilizaciones que lo ponían en práctica.
Las ideas de oprobio de la izquierda, Hugo Chávez, quien impulsó una degradación institucional sin precedentes, que desencadenó una corrupción desmedida en el país, a lo que se suma un coctel de medidas económicas que terminaron en el detrimento catastrófico del PIB, por gasto público excesivo, impresión de dinero sin respaldo, entre otros factores; el ataque desmedido a la propiedad privada, amparado en la figura de la expropiación por «interés social», cuando en realidad lo que ocurrió fue una confiscación; esto solo fue un abre boca de las razones que desencadenaron la tragedia humanitaria que hoy amenaza a la región y que es menester del mundo tratar de evitar que dicha tragedia se expanda en la región.
La solución pasa necesariamente por un cambio de modelo político, la reinstitucionalización del país, y por supuesto la adopción de un modelo económico de libre mercado, en el cual se respete la propiedad privada y los derechos individuales de todos los ciudadanos, con políticas económicas orientadas a la estabilización del nivel general de precios y al crecimiento económico. El Estado deberá entonces redefinir su actuación en cuanto a la consecución del desarrollo económico de la nación, devolviéndole al sector privado su rol preponderante.
Twitter: @Rsanchez_08
Instagram: ronielsanchez08