Skip to main content
immediate bitwave Library z-library project books on singlelogin official

Divide e impera o divide y reinarás, frase utilizada por el gobernante romano Julio César y luego tomada por Nicolás Maquiavelo. Cuán real es el accionar de esta frase, los venezolanos lo sabemos bien. Ya tenemos más de 20 años de división y enfrentamientos políticos en una nación en donde nuestra única rivalidad era un juego de béisbol entre los Leones del Caracas y los Navegantes del Magallanes o algunos de los otros equipos nacionales y que, al final, lo disfrutábamos todos juntos y solamente se le “echaba broma” o se le aplicaba el llamado “chalequeo” a quienes iban por el equipo que resultaba perdedor en la jornada deportiva.

 

Pero hoy día vivimos en un país devastado por un Estado criminal, que cuando llegó al panorama político venezolano, uno de sus principales objetivos era dividirnos como sociedad para así ellos reinar en el caos creado por ellos mismos, para luego destruir las instituciones gubernamentales, militares y así la democracia; que, con todos sus defectos, era más efectivo mejorarla que el salvajismo en el cual nos encontramos sumidos producto de la destrucción comunista/socialista del siglo XXI.

 

Desactivemos entonces la división como sociedad y emprendamos con coraje la ruta de la libertad, entendiendo que no somos un bando u otro, que todos somos un país, que todos somos Venezuela. Dejemos atrás las etiquetas del opositor o del chavista y todas esas otras palabras denigrantes con que los supuestos “salvadores de la patria” buscaban deshumanizarnos a quienes nos oponíamos y nos oponemos a esto desde un principio. Dejemos de hacerles su tétrico juego divisionista y emprendamos paralelamente a la ruta de la liberación del país, una gran reconciliación con aquellos que en un principio creyeron que lo ofrecido por Hugo Chávez era la solución ante la mala actuación de diversos gobiernos anteriores a la elección de ese expresidente y que ya hoy están claros que fue peor el supuesto remedio que el problema. Como niños de pecho son comparados actualmente los corruptos del ayer frente al régimen criminal que hoy nos oprime y que más temprano que tarde estarán de salida.

 

Como sociedad se debe dejar de ser parte del combustible que alimenta el motor del odio, que nos fue inducido por unos delincuentes disfrazados de políticos. Todos estamos sufriendo los mismos problemas, todos estamos afectados por igual, así que busquemos el punto de equilibrio en nuestras diferencias, organicémonos y trabajemos desde ya en la construcción del país que todos queremos y nos merecemos: el del libre mercado, la propiedad privada, la libre empresa, el Estado de derecho, con los mejores al frente. Hagamos esto sin olvidar que el perdón comienza con la real justicia, que la reconciliación es con ese familiar, con ese compañero de trabajo, con el vecino y con cualquiera que creyó que la solución era darle el voto de confianza a este sistema arcaico y disfuncional; pero que no fueron partícipes de ningún crimen, ni de la destrucción y saqueo del país. A los criminales solo les queda enfrentar la justicia y pagar por todos los delitos (muchos de los cuales no prescriben) que cometieron, cometen y seguirán cometiendo si se lo permitimos.

 

Venezuela será grande, lo necesario está en nuestras manos y nunca nos rendiremos hasta lograrlo. Ellos van de salida, nosotros quedaremos para hacer el país rico de verdad que queremos.

 

Gerardo Ramos

Coordinador de Organización de Vente Venezuela en el municipio Juan Germán Roscio del estado Guárico