«No hay barrera, cerradura ni cerrojo que puedan imponer la libertad de mi mente», Virginia Woolf.
El auge del autoritarismo en Venezuela es una catástrofe que día tras día amenaza la libertad de nuestra nación, lo que significa que nosotros los universitarios hemos experimentado las maldades del régimen chavista y posteriormente madurista; éstos han embestido implacablemente a la oposición política de nuestra casa de estudio, la Universidad de los Andes. La fuerte represión recibida por parte de la narco-tiranía ha sido respaldada por grupos paramilitares que se dedican a aplastar la libertad de expresión, anexionando descaradamente e incrementando sus actividades violentas, permitiendo así que encarcelen y torturen dirigentes estudiantiles, justificando lo inhumano con tratar de hacer creer que defienden una «revolución» bajo los parámetros del socialismo.
Pero, ¿qué socialismo? ¿Cuál justicia social? Si envenenaron las mentes del pueblo para sostenerse en el poder y vivir como lo que tanto dicen odiar la «burguesía». El oficialismo no se conforma con inculcar e incrementar el miedo y los horrores a los estudiantes que luchan por alcanzar la libertad y justicia en el país. Ellos son parte de un cartel de corrupción que se ha generalizado, y hoy son los responsables del colapso de este sistema que ha resultado ser una catástrofe total. Estos líderes de la fuerza tirana están desmantelando la autonomía de nuestras universidades cometiendo violaciones sistemáticas e irrespetando nuestra dignidad. Lo que hoy sufre nuestra Alma Mater y todas aquellas universidades autónomas de nuestro país es un acto aterrorizante con la intención de quebrantar el espíritu de lucha que nos caracteriza a todos los pensadores estudiantiles.
No solo es injusticia y opresión con lo que nos atacan, cabe destacar que los gobiernos tiranos también ocasionan un enorme costo social, dando como resultado un aumento en las tasas de enfermedades mentales (hundiéndonos en la ignorancia), y ferozmente atacan lo más preciado que tenemos la juventud en este país: «la educación y con ella la academia». Es evidente la supresión de la libertad en contra del derecho a la vida, el irrespeto a la propiedad privada y el abuso desmedido de nuestros derechos humanos que significativamente tiene efectos nocivos sobre la innovación y el crecimiento educativo.
Hoy rechazo estos actos violentos, rechazo al régimen de Maduro y sus colaboradores, quiero la libertad de nuestro país y para conseguirlo necesitamos nuestra universidad de pie y firme, siempre dispuesta a denunciar a los tiranos que pretenden seguir corrompiendo nuestra autonomía. Nuestra lucha permanente es conseguir el derrocamiento de esta narco-tiranía y para lograrlo, debemos alinear nuestras fuerzas con una coalición liberadora, aliadas con la fuerza interna y externa.
¡Jamás tendrán nuestra sumisión y no doblegarán nuestro espíritu de libertadores, la libertad no se dialoga!
@RoxanaMendezRo1