Los venezolanos llevan desde 1999 en una lucha constante con el socialismo impuesto por el difunto Hugo Chávez, quién no solo destruyó una nación que vislumbraba prosperidad, sino que se gestó incluso en la sociedad. Desde ese entonces la oposición venezolana se encuentra en una pelea recurrente para recuperar el país que a través de los años ha sido absorbido por la miseria.
Ahora bien, ¿acaso no fue una estrategia simultánea del régimen y ciertos partidos políticos de oposición? Porque por lo que hemos podido evidenciar, al menos desde 2016, año en que asumió la actual Asamblea Nacional, la que se supone debería buscar mecanismos para salir del actual régimen usurpador que se constituyó con Nicolás Maduro, sólo ha implementado medidas como diálogos y negociaciones, dando tiempo y oxígeno a un grupo de personas detentadoras del poder, que a lo largo de los años se han encargado de violar sistemáticamente los Derechos Humanos de los venezolanos, irrespetar nuestra Carta Magna y lucrarse del patrimonio nacional.
Pruebo de ello, es la reciente incorporación de miembros pertenecientes al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) al palacio legislativo, con el apoyo de una mayoría significativa de los diputados presentes, evidenciando, que todas aquellas supuestas medidas para “sacar” al régimen de Nicolás Maduro son sólo farsas que se han constituido ante los venezolanos para atender a los intereses políticos particulares, dejando de lado las necesidades de nuestro país, el cual se encuentra sumido en una de las mayores crisis de latino américa.
Si nos ponemos a analizar los recientes acontecimientos políticos, no cabe duda que la votación de los venezolanos en 2015 para las elecciones parlamentarias fueron fundadas en farsas y simples promesas de campaña, evidenciando, que si la Asamblea Nacional continúa con el camino que ha decido desde el inicio de su gestión el régimen usurpador cada vez estará más lejos de abandonar el poder, y el tiempo de los venezolanos se acabará sin obtener un cambio.
Oriana Tovar