El dilema….
Ante la crisis económica, social, y política que en estos 20 años hemos padecido los venezolanos producto de un régimen que sin clemencia y sin compasión ha destruido la vida y sobrevivencia de los venezolanos en nuestro país, vemos como una parte de la oposición, que no se opone sino al contrario sus posturas se adaptan al macabro juego del régimen y mientras hay tiempo para que en medio de todo asistan a juegos internacionales de las grandes ligas del beisbol; por el otro lado se encuentra los ciudadanos, que los observan como participan e insisten una y otra vez en escenarios ya vividos y experimentados.
En las calles se comenta, se escucha y se asegura que se repiten los errores del pasado, lo que pone en riesgo el apoyo internacional. Estamos claro de la naturaleza del régimen, pero el guabineo de un sector importante de la oposición no es una alternativa, la tragedia, desidia, y el dilema se acrecienta.
El venezolano esta devastado, desde hace rato ya no logra hacerse de servicios básicos como luz, agua, gas, gasolina y la cesta mínima de alimentación para la subsistencia, ya es de proporciones inimaginables cubrirlos, todo esto hace absolutamente inaguantable vivir o sobrevivir en este país. Lentamente nuestro país se va apagando, se paraliza, es toda una odisea comprar, caminar, dormir, sobrevivir.
Miles han emigrado para garantizar sus tres comidas y poder a duras penas mandar ayuda a sus familias. Quienes estamos en Venezuela hoy día tenemos el gran dilema de quedarnos o emigrar; pero las condiciones, obstáculos y requisitos en otros países cada día son más restringidas, a esto se le suma la xenofobia. No es fácil la decisión….
El dilema se piensa y se repiensa, pero en definitiva sabemos que el mejor futuro para todos no es otro que enfrentar, combatir y derrotar al estado mafioso y criminal y echar a un lado a los cómplices y cohabitadores.
Retornemos a la ruta del coraje con el apoyo de la comunidad internacional que ya se ha visto afectada y que han mostrado su preocupación y ocupación sobre la magnitud del problema de tener en la región un régimen cómplice y protector de la guerrilla, el narcotráfico y el terrorismo.
Debemos ponerlo todo para que la fuerza y el coraje de los venezolanos que se ha visto a lo largo de estos años se impongan y no la de unos cuantos mercaderes políticos, a través de diálogos, llámense Casa Amarilla u Oslo, y logremos poner al régimen ante el dilema de escoger que es más fácil irse, que quedarse, liberemos a Venezuela con fuerza y coraje…