Para los que tienen la idea de pedir observación
internacional con la ONU -teniendo en cuenta que hace algunos días le dieron un
puesto en el Consejo de Derechos Humanos al narco régimen terrorista- no
entienden que esto no hace que las elecciones sean libres y creíbles, es más
descabellado y absurdo que pedir una coalición internacional liberadora que
saque a la mafias de raíz, hacer una transición que ponga orden a las
instituciones -como debe ser- para así tener unas elecciones libres.
Cabe resaltar que, el senador Marco Rubio acotó
recientemente que EE.UU no ha considerado prestar ayuda militar porque ningún
país -incluyendo Venezuela- se lo ha pedido abiertamente como lo ha hecho
Arabia Saudita.
Queda preguntarse ¿todas las opciones estaban
sobre la mesa? ¿Cuándo se activará el artículo 187#11 para decirle a la región
que solos no podemos? ¿Cuándo se dejará de ridiculizar el pedir una coalición
internacional que nos ayude a terminar con la crisis humanitaria compleja? ¿De
verdad todos quieren salir de las mafias o les va bien acomodarse con ellas?
Aquí cito un twett de María Corina Machado: «El temor no es a la intervención,
es a la justicia».
Al final las mafias van a salir por la fuerza,
no se van a ir por si solas, son narcos y terroristas que buscan no solo
perpetuarse en el poder sin importar el costo, sino expandirse a la región para
seguir conquistando espacios y mantener su sistema criminal, eso lo han dejado
clarísimo y lo evidenciamos con los recientes hechos violentos y vandálicos
ocurridos en países como Ecuador, Perú, Colombia y ayer en Chile. Todos
comenzaron luego que el Foro de Sao Paulo se reuniera en Caracas, donde por
supuesto, se reorganizaron.
Mientras más pasa el tiempo, más daños
colaterales se presentan para los venezolanos y el continente, haciendo que la
salida sea más cruda y dura, eso también está claro. Más tiempo implica
reorganización y planificación de respuesta de las mafias hacia cualquier
acción que afecte su estabilidad.
Personalmente, espero en Dios, que todo se
solucione de la mejor manera y en el menor tiempo posible, pero 1) con el
carácter criminal de las mafias, su euforia por expandirse y crear caos, 2)
unas instituciones internacionales corruptas -vaya que lo son- con propósitos
distorsionados 3) una falsa oposición que colabora y cohabita con estas mafias,
simplificando lo que representan, llegando a «acuerdos», integrándolos
y tratándolos como políticos y no como criminales y 4) la inacción o falta de
acción contundente de los países éticos-democráticos que aún quedan, hacen que
esto se dificulte cada día más.
Culmino con este texto: «El malvado
se vende por dinero; ¡por eso hay tanta injusticia!…Los malvados caen en la
trampa de sus propias mentiras; los buenos triunfan sobre el mal.» Proverbios
17:23 y 12:13 TLA