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En los últimos días hemos visto tantos actos que nos llenan de indignación a los venezolanos, que no nos queda de otra que avanzar y si eso implica nuevamente estar solos pues habrá que estarlo, nos hemos dado cuenta de que se han burlado en nuestras caras como han querido, de que nos han vendido falsas promesas y acciones que jamás ocurren, por el contrario, se diluyen y no son genuinas.

¿A qué me refiero? A que estamos ante una situación macabra, perversa y que además de eso están jugando con la consciencia y el desgaste moral de cada uno de los venezolanos, se genera una situación de «estabilidad» y nos llevan siempre a su terreno, a los ciudadanos no les queda más que callar y acatar, cediendo todo y dejando en manos de personas incapaces y corruptas el futuro de una nación que no les pertenece a ellos. 

Los ciudadanos han perdido la credibilidad de los que se jactaron llamarse líderes, de esos que con un simple discurso y carisma salían pretendiendo ser los salvadores de primera plana… Traiciones una tras otra, casos de corrupción, hipocresías, diálogos y falsas negociaciones donde siguen poniendo en juego vida de inocentes y el futuro de la nación y la estabilidad de la región.

Hacer creer que la comunidad internacional está dormida y no haría nada para salvar a Venezuela es una gran falacia y es una farsa rotunda, hoy tenemos actores y organizaciones no solo comprometidas con la libertad de Venezuela si no con desmontar todo el oscurantismo que se ha querido implementar en Latinoamérica tras los últimos 20 años, hoy tenemos interlocutores validos y muy claros, firmes y determinados a dar el siguiente paso.

Y aquí la reflexión debería ser entonces que, quienes no estén alineados a ponerle final a esta agonía y horror, se aparten de una vez y por todas, asumir el liderazgo conducente, la legitimidad y la ruta real que llevará a acabar esta pesadilla. ¿Qué perderemos? Ya no hay nada que perder, hemos perdido nuestra nación y hay que recuperarla, deternos en seguir viendo como el resto se hunde y como se siguen abriendo cajas de pandora nos dejara en el letargo y solo en el sueño de poder haber sido los promotores y defensores reales de este proceso histórico.

Basta de ser callados, vilipendiados, silenciados, señalados, que nos digan que somos los rebeldes y los que están en desacuerdo con todo, que somos los radicales y divisionistas, que somos los que pateamos la mesa; somos hoy el reducto de moral y ética que tiene Venezuela en el país y en el exterior y no podemos perder esta oportunidad ni subestimarnos, han sido muchos años en esta lucha que no acaba y si en nuestras manos está tomar las riendas reales, así deberá ser.

A propósito de que ya se acaba otro año más, el llamado no debe ser otro que, ahora si ha llegado el momento de definir y asumir las responsabilidades con determinación, seriedad y acción, organizarnos a lo interno y a lo externo y dar el siguiente paso, el definitivo.

¡No hay vuelta atrás! 

Edmaly Maucó 

Coordinadora Vente España