En el primer trimestre del año, todo ha sido menos convulso que el anterior, esto se traduce en saldo negativo, pues la ciudadanía ya no percibe una lucha continua y ha mermado el ánimo.
En un trimestre tan gris como el que estamos viviendo, es necesario que se tomen medidas reales y se pase del campo de la retórica, al campo de la acción. Es necesario incluso evaluar hasta donde están dispuestos a ayudarnos los aliados, y que tal aliados son realmente.
Debemos imponer nuestros tiempos, pues en el hospital JM de los Ríos, en las maternidades y hospitales de la arrasada Venezuela, ya no hay tiempo. Porque hablamos del regreso de todos los exiliados, pero hoy los aeropuertos y fronteras siguen siendo zona de despedida y no de reencuentro.
Hoy los venezolanos debemos marcar la pauta a seguir, debemos presionar a quienes tienen voz para que se comprometan con la ruta asumida.
Es momento de que el país tome posición y le deje claro a los chantajistas de oficio que no vamos a ir a elecciones, ni parlamentarias ni presidenciales. Es momento de plantarles cara. A los malandros se les trata como tal, que lo asuman y actúen.
Es urgente que en este último año que la Constitución avalara a la Asamblea electa en el 2015, los diputados a quienes se les deposito la confianza, respondan frente al país.