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Los venezolanos hoy nos enfrentamos entre tantas calamidades, al abuso de poder y el control social masivo.  Estamos obligados a  resguardarnos y protegernos en nuestros hogares, la mayoría sin abastecimiento de agua, sin gas, sin servicio eléctrico y sin provisiones suficientes para cubrir necesidades básicas por más de dos o tres días.  Quienes tienen posibilidad de mantenerse en sus hogares, realizan actividades de trabajo y estudio en casa, limpieza de los espacios del hogar, toman un tiempo en familia o un tiempo a solas, retoman algunas actividades que habían  postergado, leen un libro,  hacen una pausa activa en medio de las actividades que estaban llevando.

Sin embargo; la realidad es que ante esta situación de pandemia declarada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), Venezuela se encuentra en una gran desventaja, en comparación con países más desarrollados y con mayores libertades económicas, políticas y civiles.

En nuestro país, desde hace varios años muchas personas han muerto por hambre y por falta de medicinas; muchas personas han contraído distintos tipos de enfermedades, llámese virus, o no, incluso enfermedades que habían sido erradicadas.  Sumado a toda ésta situación, particularmente en Yaracuy ahora vemos  la constante tala y quema de árboles, arbustos, hierba y maleza en nuestra tierra sin objetivos claros, lo cual acarrea daños a la salud y al ambiente en nuestro Estado.

Por otra parte, se tiene la desconfianza hacia los entes que han emitido cifras sobre los casos de personas contagiadas, lo cual ha generado cierto miedo en la población. Sabemos que las condiciones del Sistema de Salud Pública son precarias, más allá del valioso y gran esfuerzo  que pueden hacer los profesionales honestos y responsables por brindar su apoyo y servicio ante esta situación.

Es por ésta razón que el llamado ha sido a mantener la calma, informarse debidamente y a mantener el espíritu de solidaridad y espíritu de lucha. Estar atentos de cualquier situación de enfermedad o necesidad material, espiritual, emocional o psicológica.

Ciertamente, las responsabilidades de los gobiernos son ineludibles ante la situación que vivimos a nivel mundial.  En tal sentido, el gobierno de China es el principal responsable de esta situación que se ha generado; sin embargo, en cada país existen gobiernos que han afrontado tal situación de maneras determinadas y cada uno ha tomado ciertas medidas.

En Venezuela, no podemos olvidar la responsabilidad que tiene Maduro por la política de destrucción y corrupción que ha influido severamente en el Sistema de Salud Pública.  Si bien es cierto, la necesidad impetuosa que tenemos todos los venezolanos de frenar y contrarrestar la propagación de éste  virus en nuestro país y el mundo entero; debemos mantenernos atentos ante la pretensión del régimen de Maduro por ganar reconocimiento y legitimidad ante el mundo y los gobiernos de otros países; él no es Presidente y sus acciones no responden  para atender la situación en materia de Salud Pública. 

Sabemos que Maduro y sus brazos ejecutores en distintos Estados, han utilizado el poder político y  a algunos sectores de las Fuerzas Armadas bajo un manto de legalidad y legitimidad para quebrantar aún más las garantías, las libertades individuales y derechos de los ciudadanos.

La realidad es que la solución de toda esta debacle pasa por la libertad, es por eso que hoy más que antes se hace necesario la unión de esas fuerzas que ya hemos mencionado: La fuerza ciudadana, la institucional, la internacional y por supuesto la fuerza espiritual de cada uno de nosotros para afrontar esta coyuntura en torno a la situación de esta pandemia; para desalojar por completo a Maduro junto a sus mafias,  lograr la Libertad y la Transformación de Venezuela.

Rotciv Jiménez – @rotcivj

Coord. Estadal de Gestión Pública en Yaracuy