Estos días han sido muy duros para todos los venezolanos, incluso para quienes también están en el exterior, con la esperanza de algún momento volver y ser parte de esa reconstrucción del país; vaya responsabilidad que tenemos cada uno de nosotros quién juega un papel fundamental y transcendental en lo que ha de venir por el rescate de Venezuela, y así hacer historia.
La política en Venezuela ha sido desviada por unos cuantos, que se empeñan por hacer de la política un burdel y de esta manera prostituirse a través de la cohabitación, la participación de farsas electorales, diálogos y negociaciones sin la mínima sinceridad y a espaldas de todo un país. Sin embargo la gran mayoría de los venezolanos son gente buena, trabajadora, honesta; se preocupa por formarse y educarse, a pesar de la gran descomposición en una buena parte de la sociedad, producto de quienes han llevado al país a la quiebra, quienes se prestan para hacer negocios, abrir grandes bodegones lavando el dinero saqueado, permitiendo grupos irregulares, armando civiles y promoviendo el discurso político, la persecución, la represión y el terrorismo.
Asimismo aquellos, quienes no quieren que la gente salga adelante, que sea mediocre, que sólo se conforme con migajas, que se ocupe de resolver sus necesidades y ni siquiera se preocupe por las prácticas de los valores. Todos sabemos quiénes son. Una clase política que usurpa el poder y por otra parte, vemos quiénes quieren hacerle la balanza cohabitando con una supuesta «tregua» que han venido dando.
Pero también algo está muy claro, es el sentir, de una gran mayoría bien dicho anteriormente es “Decente” y dedicamos día a día grandes esfuerzos por levantar al país, la confianza suficiente para que no desmayen y luchen, por ello seguimos apostando al esfuerzo, en hacer valer el trabajo, buscar soluciones a los problemas y necesidades a través del emprendimiento, la inventiva, la creatividad, en fin, el libre desarrollo, y que fluya a toda costa la práctica de los valores que se conciben desde un núcleo separado pero tan importante como lo es la familia.
Es por ello, sigo empeñado en hacer Justicia. Por todos aquellos que alguna vez lo intentaron y hoy ya no pueden, por aquellos que se fueron y deben regresar, por aquellos que siguen presos y coaccionados, por aquellos que les fue arrebatado sus hijos, y por quienes tienen la confianza de librarnos de tanta maldad, de aprovechamiento, del populismo, de la mediocridad, de la falta de valores, del caudillismo, del militarismo, del socialismo. Por todo aquello que sea contrario a la naturaleza y al orden que impida la libertad individual, el buen desenvolvimiento del libre mercado, del respeto a la propiedad y sobretodo de aquello que hoy tanto anhelamos, la vida.
Habrá quienes se interpongan, quienes se infiltren, se doblen o se desvíen por complicidad o por miedo. Pero algo que quede claro, cada uno de nosotros también tiene un gran deber, y es asumir responsabilidad frente a la historia y las futuras generaciones.
Sigo empeñado en la política porque hay mucho por hacer, y es un valioso trabajo que no sólo se hace en organizar un partido político, promover un proyecto y sumar personas cada día. Es hacer cambios, influir en cada persona para que entienda que debe participar y hacer lo que le corresponde como buen ciudadano para obtener un país desarrollado, con calidad de vida, productiva, creciente y lo más importante, «Una Sociedad Educada».
Sigo empeñado en hacer lo que me impulsó a incorporarme alguna vez a la política, por muy difícil que se haga o lo veamos, es importante entenderlo, somos necesarios en esta causa por la libertad, por ello, yo decido ser libre.
Jean Carlos Silva – Coordinador de Vente Jóven Yaracuy
Twitter: @JC_SilvaSequera