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El día 16 de marzo los barineses recibimos la noticia que el estado entraba en cuarentena, para prevenir el contagio del Coronavirus, medida que como en todo el país, se hacía necesaria pero que ninguno estábamos preparados a enfrentar.

En nuestro estado como en el resto del país, las condiciones para enfrentar una crisis de tal magnitud se ve afectada en gran medida, porque el régimen desde sus inicios con Chávez y luego con Maduro, se encargó de acabar sistemáticamente con los servicios públicos, el aparato productivo, y por ende la economía del país.

Los estados llaneros y andinos llevamos años sufriendo de racionamientos eléctricos diarios, ya que el régimen en su afán por demostrar la «normalidad» en el país, siempre mantuvo a la capital con electricidad. Nuestro estado requiere de 240 MW de consumo, la planta de Santa Inés que debería generar 100 MW, si acaso llega al 10% de su capacidad instalada; desde 2009 Termobarrancas es administrada por la ya quebrada PDVSA y solo produce 100 MW, adicional como en el resto del país están regadas plantas eléctricas inservibles que fueron compradas por actos de la corrupción que acabó con el SEN. 

Los barineses sufrimos racionamientos eléctricos entre 2 y 6 horas al día, esto no es nuevo, pero ahora que nos vemos obligados a estar en casa para evitar el contagio del Coronavirus, se complican las cosas, en nuestro estado desde el año pasado más de 70% de los hogares no tienen gas doméstico, al no tener electricidad se ven obligados a preparar sus alimentos en cocinas eléctricas, pero con los racionamientos continuos el sufrimiento de las familias aumenta, tampoco se pueden hacer compras de suficientes alimentos y refrigerarlos pues se corre el riesgo de perderlos al no estar garantizada la electricidad. 

Al no tener electricidad, las bombas de agua no pueden surtir el líquido a los hogares, pero no es sólo por eso, antes del virus más de 80% de la ciudad no tenía servicio de agua potable, por lo que resulta difícil que las personas tengan la posibilidad de cumplir con las normas de higiene y prevención básica, como lavarse las manos, ya que la poca agua que tienen la deben administrar para el consumo familiar. 

Los barineses nos preguntamos, ¿Por qué siguen los racionamientos?, si en teoría la mitad del estado (Negocios, Centros Comerciales y empresas) están cerrados por la cuarentena, acaso el régimen nos sigue castigando por pura morbosidad o, ¿es que hay algo oculto detrás de los racionamientos? 

Solamente al salir del régimen, podremos pensar en una solución a los grandes problemas que nos aquejan, será necesario una gran inversión para poder recuperar el Sistema Eléctrico Nacional, así como la mayoría de las empresas en el país, pero estamos seguros que los venezolanos seremos capaces de reconstruir un país devastado por dos virus, uno con sólo meses atacando al mundo y otro que nos ha atacado durante 20 años.