En este régimen hambreador es un delito producir, por ello han destruido todo lo que venía creando y produciendo el país, todo lo que generaba beneficios y creaba fuentes de empleo lo expropiaron y no permitieron la reposición de equipos y la reinversión, aunado a una gerencia mediocre que no tenía conocimiento de lo que cayó en sus manos. Ahora la solución o la gran panacea es tomar lo privado y vender controlado, acción que desde la llegada del régimen socialista al poder, solo ha dado como resultado la creación y propagación de la escasez, como si los ciudadanos no supieran que lo que se vende en el país proviene del exterior, y quien lo vende debe adquirir dólares para importar la mercancía.
Y si no se encuentra, sube de precio y con ello se genera la desaparición de los productos. ¿Cómo repone un comerciante la mercancía? Si no puede obtener una ganancia que le permita pagar impuestos, nómina, servicios, fletes, comisiones, y por supuesto que le permita una ganancia para así poder cubrir gastos de su familia. Las mal llamadas ventas supervisadas, solo acarrean escasez, bachaqueo de parte de quienes ejercen esa «vigilancia controlada», con esto propician los salvajes saqueos para que reine la anarquía, el estado en el que mejor se desenvuelven en virtud del manejo arbitrario del poder y las armas la cual no les importa usarlas en contra de los ciudadanos que reclaman por hambre.
Necesitan tenerle el dedo metido en la boca a los ciudadanos y ahorcarle la lengua, además de su voluntad. Pero han olvidado que este país y sus ciudadanos gozan de un valor inexpugnable como lo es la templanza, jamás podrán hacernos hincar de rodillas ante el régimen endemoniado, nos levantaremos y haremos expulsar a quiénes mantienen el yugo sobre los ciudadanos libres, con una sociedad, una república, apegado al trabajo inmersa en un proyecto distinto, generador de bienestar y prosperidad, como la economía de mercado y el desarrollo de talentos, además propiciador de emprendimiento y por supuesto creador del crecimiento económico y social.