Lo que empieza mal, termina mal. El discurso del chavismo era una receta marxista que traía como legado más de 100 millones de muertos en 5 continentes, dictaduras atroces y miseria generalizada en aquellos países que tuvieron la desgracia de experimentar en la práctica lo que Marx y algunos otros intelectuales de izquierda habían puesto sobre el papel desde la comodidad de sus oficinas en Europa.
No es de extrañar entonces el fracaso que está viviendo Venezuela, es que el marxismo es así en sus distintas corrientes, comunismo, socialismo y el nacionalsocialismo nazi derivado del marxismo.
El socialismo es experto en crear ideas y opiniones que disfracen la realidad, hablan de una utópica igualdad y progresismo que nunca han logrado cuando han estado en el poder. Siguen a través de los años vendiendo la tesis de que los políticos arrebatando más dinero a los ciudadanos y ejerciendo mayor control sobre sus vidas van a lograr construir una sociedad igualitaria y desarrollada.
Chávez llego con el discurso de división, lucha de clases, economía estatista y expropiación de empresas, satanizando y culpando al capitalismo de generar pobreza y destruir las vidas de los Venezolanos.
En 20 años acabaron con PDVSA y la economía del país. Hoy tenemos la inflación más alta del mundo, las reservas internacionales en su menor nivel en 50 años (6500 millones de $), y no hay gasolina para abastecer el mercado interno.
Hoy maduro y sus secuaces quieren robarse empresas Polar, bajo la excusa del aumento desmedido de los precios de manera arbitraria, cuando todos sabemos que es el gobierno el que establece el tipo de cambio oficial del dólar con el que se calculan los costos de producción.
Los productos de Empresas Polar los vemos por toda Venezuela, son los que más busca la gente porque tienen una calidad ganada a través de los años; pero para el gobierno ellos son la cara del capitalismo productivo, eficiente, solidario y profundamente exitoso, eso no lo pueden permitir, es la derrota del modelo socialista, de la revolución chavista, la perdida ante la empresa privada.
El chavismo ya no tiene empresas para procesar alimentos, ni dólares para importaciones corruptas de pequeños grupos de enchufados que se hicieron ricos a costa del hambre de la gente.
Para salir de este desastre hay que cambiar la tesis socialista, la empresa petrolera no puede ser un negocio para los gobiernos de turno, no podemos vivir de un estado rentista, clientelar y mercantilista. La apertura económica es la única que puede inyectar 200.000 millones de dólares para recuperar PDVSA, para ello hay que consolidar un estado de derecho sólido que haga a todos los ciudadanos iguales ante la Ley, que defienda la propiedad privada. Solo así tendremos una sociedad civil creadora, participativa, capaz de impulsar la pequeña y mediana empresa, consolidar una clase media pujante que le dé cauce a una larga etapa de crecimiento y estabilidad que nos permita la recuperación económica del País.
Desde Vente Venezuela estamos convencidos y trabajamos día a día para lograr esas metas; estamos claros que sin ideas de derecha no hay ni política ni economía de derecha, en consecuencia no hay capitalismo. Recorremos cada barrio, comunidad y municipio con nuestras ideas de Libertad, una generación de políticos formados en la ética y herramientas de gobiernos modernos, exitosos y transparentes. Creemos en el capitalismo, que da oportunidad a todos de alcanzar sus sueños y metas a través del esfuerzo propio. Un estado limitado, subsidiario que se encarga de las funciones básicas de Justicia y Seguridad dando apertura al potencial creador de la sociedad civil.
«El capitalismo es el ideal del hombre honrado y digno de crédito». Max Weber.
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José de la Cruz Reyes
Secretario Político Estadal en Yaracuy
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