En Venezuela, dentro del sector informal, surge un fenómeno laboral conocido como “Bachaqueo”, que consiste en la reventa por parte de particulares, de productos de primera necesidad que escasean y que tienen una alta demanda por parte de los consumidores. Esta práctica socioeconómica, que se considera ilegal debido a que viola algunas leyes, ha sido difícil de erradicar debido a que le permite a quien la ejerce, la obtención de altos ingresos económicos superiores a los obtenidos dentro de la economía formal del país. Las personas que realizan este tipo de actividad, así como las que se dedican a la economía informal, se encuentran excluidas del Sistema de Seguridad Social y no tienen acceso a los servicios de Seguridad y Salud en el Trabajo.
El bachaqueo no es una actividad reciente en Venezuela, ya que se viene practicando desde el siglo pasado, pero su realización en los tiempos de crisis que vivimos le hace un gran daño a la población. Ya no sólo se “bachaquean” productos elaborados por empresas, sino que ahora se le aplica esta práctica a los servicios públicos y a los productos elaborados o comercializados por el Estado. Hoy día servicios como la venta de gasolina, la venta de gas doméstico, aceites de motor, cemento, divisas, entre otros, se comercializan en el mercado negro. Incluso servicios protegidos por las leyes y que son derechos de los venezolanos como la obtención de cédulas, pasaportes, permisos, guías para movilizar alimentos, el servicio de notarías y registros, etc, son bachaqueados por funcionarios corruptos que, aprovechándose de su cargo, chantajean a la población.
La profunda crisis socioeconómica que atraviesa Venezuela, donde cada día se desmejora el poder adquisitivo y la calidad de vida de los ciudadanos, sumado a la inflación más alta del mundo, son factores que promueven actividades ilícitas como el bachaqueo.
Las últimas decisiones tomadas por el régimen de fijar el salario mínimo en unos 4,33 dólares al mes, continuar con la aplicación de controles de precios y la toma de industrias y empresas, con la excusa de proteger a la población durante la cuarentena, van a incentivar aún más el “rebusque” y el bachaqueo, lo que causará mayor inflación y escasez.
En Venezuela, para revertir las condiciones existentes que promueven la economía informal y, específicamente, el bachaqueo, es necesario mitigar la escasez de bienes, eliminar las restricciones comerciales y los controles de precio, eliminar los subsidios, reforzar la confianza y estimular la inversión privada, poniendo a producir todo el aparato productivo del país. Es decir, se hace necesario la aplicación de un programa liberal basado en el libre mercado, la libertad económica y el respeto a la propiedad privada.
Ruth Useche
Coordinadora de Comunicaciones de Vente Táchira