(Miami. 11/05/2020) Nos engañaron por años diciendo que el petróleo debía ser de todos, que era un recurso de la nación para el crecimiento de su infraestructura y del mismo Estado. Hoy sabemos que era la piedra angular de las estructuras clientelares partidistas, el fondo de extorsión para perpetuar el caciquismo alternado. Algunos trasnochados, de ese oscuro pasado, insisten en mantener ese mismo modelo en un plan arcaico de país que nada tiene que ver con la tierra de gracia que será la Venezuela que está por construirse.
Te engañaban, al hacerte pensar que no eras capaz de asumir el control y la responsabilidad de tu propio bienestar, que era el Estado quien debía proveer los servicios que siempre fueron pagados con el dinero extraído de tus impuestos. Hoy conoces que sólo buscaban tu agradecimiento, tú silencio, tú sumisión, que pensaras que no podías lograr esos beneficios por ti mismo.
También te mienten vilmente cuando dicen que vives en un país rico, que sólo por ser venezolano tú compartías la misma condición y que para conseguir de vuelta tú bienestar, el Estado debía reivindicarlo. Criminalizan la generación de riqueza y manejan los dineros públicos como una suerte de herencia que ellos administran. Supongo que es por eso por lo que les encanta tanto hablar de legados y quieren que te comportes como débil e indefenso.
Ya hoy sabes que sólo buscaban desapoderarte. Quieren evitar que dedicaras todas tus fuerzas al emprendimiento de tus metas, que no persigas tú bienestar a través de la generación de bienes de valor y servicios. Bloquear que asumas responsabilidades, las riendas y la libertad sobre tu vida, porque al quitar ese incentivo de conseguir tú propia prosperidad, siempre descargarías el deber de tu calidad de vida en el “Estado omnipresente”. De esa forma siempre serían los poderosos. Esto se acabó.
Hoy la verdad fluye sin freno por doquier, especialmente en América Latina, nuestra responsabilidad es propagarla a una tasa más rápida que cualquier virus y que cualquier meme en redes sociales. La verdad es la chispa que enciende el motor de la libertad en cualquier sociedad prospera. Quien la obtiene es tan responsable de difundirla como de vivir bajo ese ejemplo.
Si ya eres consiente que sólo la privatización total de las industrias “básicas” garantiza el combustible generador de un sólido sector empresarial abierto y competitivo; que es éste a su vez el sostén de las economías de cualquier nación prospera, que promueve el empoderamiento social, elevando la cotización del mercado laboral y aumentando el producto interno bruto de las naciones. Si ya entendiste que sólo al hacerte financiera y civilmente responsable por tu bienestar social obtendrás un excelente servicio libre de adoctrinamiento, que al asumir ese peso sobre tus hombros te preparas en mejor forma para convertirte en un ciudadano responsable capaz de asumir los restos de estos tiempos. Si internalizaste que sólo en una sociedad de propietarios, emprendedores y profesionales de cada área u oficio, donde el Estado sólo se encargue de monopolizar la violencia y velar por la igualdad en la aplicación de las leyes. Sólo si realmente cumples con estas tres premisas anteriores, entonces tú estás llamado a liderar, a también promover y divulgar la verdad con coraje hasta que sólo no quede un ciudadano sin entenderla y defenderla, pues sólo ella nos hará libres. Ya no hay excusas.
“El secreto de la felicidad está en la libertad y el secreto de la libertad está en el coraje” Tucídices.
@DimitryBelov