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A las Enfermeras…

Amigas que teníamos y no sabíamos.


Guerreras de esta batalla.

Año 2020, que quedará marcado para siempre, tiempos que jamás pensamos vivir: la pandemia mundial.

A pesar de toda la desgracia que este tema ha traído, hoy quiero resaltar lo positivo y aunque dudemos que toda esta pesadilla esté dejando cosas buenas, sí lo ha hecho, pues nos ha convertido en seres más humanos, esa humanidad que a veces no dejamos fluir porque cada quien está viendo cómo sobrevive y cómo genera ingresos para poder alimentarse.

Si hay seres que nos pueden enseñar cómo ser más humanos, son esas amigas que teníamos y no sabíamos: LAS ENFERMERAS, pues han estado al pie del cañón día tras día, por vocación y no por remuneración en esta batalla, atendiendo a cada desconocido que llega, debatiéndose entre la vida y la muerte y entregándolo todo a pesar de las limitaciones, ¡incluso arriesgando su propia vida! Ellas te cuidan, te sanan y se convierten en ángeles protectores. Han estado allí y sin lugar a dudas, se han ganado el corazón de millones de personas.

Han tenido que aguantar lo inaguantable, sabemos de los maltratos, sabemos de las injustas exigencias que les hacen respecto a llevar uniformes de punta en blanco ¡POR DIOS! ¿En qué cabeza cabe? Si el sueldo no llega ni a $5 por mes.

Nuestras enfermeras deben ser protegidas, no es posible que mientras para la foto alcaldes y gobernadores del régimen salen con trajes de astronautas, que luego se llevan de gira a otros municipios, nuestras verdaderas heroínas tenga un uniforme desgastado y estén vulnerables al contagio.

No sólo amenazas van y vienen a nuestro gremio de enfermería, sino manipulación: «si no llegan a trabajar, son unas desalmadas con la revolución». «No estén exigiendo sueldos, que estamos en crisis». ¿Y ellas? ¿Y sus hijos?

Sabemos también de la situación que viven nuestras enfermeras de pueblitos retirados, donde llegar e irse del lugar de trabajo es una batalla constante, ya que si no es caminando, lo logran es rogando que alguien pase y les de la «colita».


Por eso resalto que la labor de nuestras heroínas es por vocación y humanidad, de ellas podemos aprender mucho.

Cuando superemos estos dos virus letales: Covid-19 y Socialismo, tengan la certeza de que nuestro sistema de salud será transformado, y ustedes, valientes y nobles enfermeras, serán reivindicadas.

Les envío mi más profundo reconocimiento y agradecimiento, no están solas. Qué privilegio es tenerlas. Qué Dios las bendiga.

Gloria Aro, coordinadora del municipio Alberto Arvelo Torrealba, Vente Venezuela Barinas.