Muchos amigos de las redes sociales, los mismos que destrozan con similar contundencia al presidente interino Juan Guaidó y al usurpador Nicolás Maduro; que igual conectan un jab a la altura del mentón de los chavo-maduristas, un gancho al hígado a los diputados de la MUD o un golpe bajo a los integrante de la aguerrida Fracción Parlamentaria 16 de Julio en la AN; los opinadores de oficio, los mismos que utilizan su increíble talento, su fina trama literaria y toda la fuerza bruta de hombres y mujeres inteligentes; extrañamente en esta oportunidad no han podido ponerse de acuerdo y guardan un tímido silencio, como si estuvieran temblando de miedo, sobre las implicaciones que tiene para Venezuela y para el mundo, que cinco gigantescos tanqueros iraníes se dirijan a Venezuela, haciendo caso omiso a las amenazas del todopoderoso mandatario norteamericano Donald Trump.
Se trata de la tradicional diferencia entre el llamado periodismo perdurable y la trompada atrozmente pasajera de los Twitter, Instagram o Facebook típica de la era cibernética, más popular que nunca debido al confinamiento por la pandemia del Covid-19 y la falta de gasolina; una controversia que amanece con la energía de los jóvenes y se acuesta cansada como los viejos, todo eso el mismo día, y sin mayores consecuencias.
Entre tanto, persiste una anemia informativa sobre un tema tan importante como la crisis entre Irán, Venezuela y EEUU, que parece una repetición o una operación tipo de espejo de la célebre crisis de los misiles nucleares de los años 60 en Cuba y que puso al mundo al borde de una guerra de exterminio. Ante esto, el ciudadano común y corriente, se pregunta: ¿será verdad que esos barcos, además o en lugar de gasolina, transportan misiles con el propósito de colocar a USA a tiro de cañón para vengar la muerte del general Qasem Soleimani? ¿Se atreverá el Presidente de Irán Hasan Rouhaní y el usurpador de la Presidencia de Venezuela Nicolás Maduro cumplir sus amenazas contra Trump y la primera potencia del mundo? ¿Cuál será la respuesta a estas interrogantes vitales para nuestro país, el hemisferio y el mundo?
Sería bueno que los amigos luchadores en redes, como yo mismo lo soy, capricho va, capricho viene, le dediquemos un poquito de nuestro valioso tiempo a tratar de profundizar el análisis sobre las graves implicaciones de este tema, sin dejar de lado -por supuesto- el entrevero local. Bajo la varita mágica del cronista de estos tiempos, cualquier opinión, crítica o conjetura sobre este tema, por más desteñida que sea, puede cobrar un interés inusitado. Estoy seguro de ello.
@omargonzalez6