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(Barcelona. 25/05/2020) Ante la llegada a las costas venezolanas del carguero iraní «Fortune» y frente a la interrogante formulada por los periodistas sobre qué opinión merece la concreción de la alianza Irán-Venezuela en materia de combustible, el diputado Omar González Moreno indicó que «la llegada de tanqueros iraníes con gasolina demuestran el quiebre y la destrucción de Pdvsa [Petróleos de Venezuela]».

Desde los tiempos de Juan Vicente Gómez para acá -rememoró el parlamentario- Venezuela fue referente energético en el mundo. Hoy, tras 20 años de socialismo radical, podemos ver que Pdvsa, que fue una de las mayores empresas del mundo, está técnicamente quebrada.

Señaló que el arribo de los barcos iraníes cargados de gasolina es, además, «una demostración más del verdadero legado de Chávez y Maduro».

El parlamentario aseguró que a pesar que la usurpación vende la llegada del primer tanquero de Irán como una «victoria», la realidad que es el reflejo del mayor fracaso administrativo del modelo del mentado socialismo del siglo XXI.

«Pasamos de ser exportador de petróleo a comprar gasolina de segunda mano a naciones del Medio Oriente; pasamos de ser la Venezuela floreciente de los 70, a una pobre Venezuela Cubana del 2020», apuntó.

El diputado fue consultado sobre su criterio alrededor del efecto puntual de la gasolina iraní en la distribución de combustible en el país y aseguró: «Olvídense de la mejora en la crisis, el negocio de la gasolina seguirá por mucho más, porque es la forma que el régimen posee para tener contentos a sus sostenedores, los militares».

Más adelante, el asambleísta anzoatiguense advirtió que los «regímenes de Irán y Venezuela también quieren implantar la política del terror del Medio Oriente en el continente, lo que posiblemente traerá consecuencias terribles para América Latina, el Caribe y Estados Unidos.

Fue enfático en denunciar que la nueva relación de Caracas y Teherán está enmarcada en la «visión criminal» de dos Estados que violan los Derechos Humanos, atentan contra la libertad y se cercenan los fundamentos esenciales del ser humano.

Agregó que eso «es una afrenta al hemisferio y a la democracia occidental; es una amenaza cierta para la estabilidad del continente. Está claro que uno de los objetivos de esta peligrosa relación es pretender desestabilizar al hemisferio y a través de ello afectar y debilitar políticamente a los Estados Unidos de Norteamérica».

Para el parlamentario de la Fracción 16J la presencia de los iraníes en Venezuela significa la «cabeza de playa, un enclave de extremistas dentro del corazón de América y el Caribe».