Debido al favorecimiento que recibía un minúsculo grupo, las veces que vivían los venezolanos estos acontecimientos hicieron que despertaran malestares y descontentos hacia los partidos que se alternaban el poder, la sociedad venezolana a finales de los años noventa comienza a buscar una nueva alternativa que represente el cambio y ofreciera bienestar. Éste, a su vez, les permitió castigar a los gobernantes del momento. Es en ese momento que aparece un personaje y aprovecha la oportunidad de ofrecerse como esa opción que tanto exigía el país. Valiéndose de artificios encanta a los ciudadanos haciéndose pasar por un mesías ya que sería la persona idónea para lograr los cambio que tanto se requería el país: lograría un gobierno de inclusión con derechos para todos por igual. El mismo que resultó ser un tirano embaucador, disfrazado de demócrata quien utilizó el voto para llegar al poder. Una vez ya instalado el régimen criminal, convirtió los comicios electorales en su fórmula perfecta para legitimarse y perpetuarse, tanto así que, hasta la actualidad se han realizados más de veinte elecciones.
Con esas elecciones han venido los fraudes uno detrás de otro, cada vez dejando más evidencias. Pero sabemos que han tenido sus cómplices en los fraudes electorales, aquellos que cohabitan dentro de la oposición, le han servido de gran ayuda, estos inmorales que de alguna forma preconciben la política como lo hace un mercader, para lucrarse y llenarse los bolsillos. Es por ello que han sido partícipes junto con el régimen para seguir con farsas electorales. Los mismos actores que en muchas ocasiones han emprendido campañas férreas para convencer al ciudadano que el sufragio es la única arma que tiene el demócrata, valiéndose de artificios y a pesar de haber demostrado que en Venezuela contra quien se lucha es un sistema de mafias criminales.
Pedir condiciones mínimas para unas elecciones a unos estafadores criminales, parece más bien un juego macabro. Ellos se hacen los locos porque ellos no son demócratas, sino criminales. Pareciera entonces que no han entendido durante estas dos décadas contra quien se lucha, ir a elecciones con esos rufianes que han socavado a Venezuela, los mismos que nos han llevado a elecciones fraudulenta y no han respetado la voluntad del ciudadano. Sólo les importa mantenerse en el poder a costa de lo que sea. Ya basta, no se puede seguir tratando como demócrata a quien no lo es, de una vez por todas se debe tomar la estrategia liberadora que permita desplazar a esta mafia enquistada en el poder y, solo una vez, ya fuera todo el sistema criminal y libres, se puede ir a votaciones. Se debe entender que ya los venezolanos no somos los mismos, han sido muchas las lecciones dolorosas que nos ha tocado vivir, las que nos han dejado muchas enseñanzas.
Los venezolanos, por los diferentes cambios que hemos tenido que enfrentar, nos hemos convertido en ciudadanos críticos y no nos prestaremos más para fraudes ni farsa electorales, ya estamos hastiados. No queremos designar más, es lo único que hemos hecho en décadas. Es momento de que elijamos, tenemos la facultad y la preparación suficiente para hacerlo. Pero estamos claros que esto sólo se logrará si estamos en libertad; sólo de esa manera podremos hacerlo de una forma libre. Para así poder elegir a esas personas que demuestren sus mejores competencias, talentos, habilidades y destrezas; y puedan hacer a Venezuela próspera llena de oportunidad para todos. Con la ayuda de Dios lograremos una Venezuela Tierra de Gracia.
Yasunari Leidenz.
Secretaria Política de Vente Falcón.
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