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El Coordinador denuncia que en Los Teques “no se sabe quién es quién a la hora de una actuación pública” y que en la ciudad mirandina “desde luego que circula el miedo”

(Los Teques. 13/07/2020) «Elementos parapoliciales y paramilitares actúan en Guaicaipuro libremente aterrorizando a la población. No es un secreto para nadie, como en toda Venezuela, usan a estos grupos para dominar a la población mirandina”, denunció William Anseume, coordinador municipal de Vente Venezuela en Guaicaipuro, estado Miranda, en referencia al uso de grupos paraestatales para intimidar a la población.

El profesor universitario expresa que estos grupos actúan “al margen de las policías y de los militares oficiales con la venia de los usurpadores de la alcaldía y de la gobernación”. Ante la situación el líder del partido de la libertad se pregunta: “¿Son colectivos? ¿Son agentes? ¿Son qué? Nadie sabe. ¿Les pagan? ¿Cómo son sus contratos o sus pagas? Aquí no se sabe quién es quién a la hora de una actuación pública de las que deberían ser sólo acciones reglamentadas de las fuerzas policiales y militares del Estado. Pero no ocurre así, de ese modo tan elemental».

“Los desmanes en ese sentido abundan en el municipio, en el estado y, al parecer, en todo el país. Desde luego que circula el miedo. Desde luego que circula el terror de la población de hacer denuncias como éstas, o como las de las muertes propinadas por los grupos de exterminio que hasta la ONU ha buscado tanto denunciar como erradicar en las actuaciones deslegitimadas del poder en Venezuela. Tienen armas. Cuando todos sabemos que el control de las armas es potestad exclusiva del Estado”, aseguró Anseume.

El afiliado de Vente Venezuela exigió que “esto debe investigarse, procesarse y llevarse también a instancias internacionales. La Comisión de Defensa de la Asamblea Nacional debe hacerse eco de esta denuncia. Y también Michelle Bachelet en la ONU, la OEA con Almagro. La población venezolana está a la deriva”.

Así mismo, William Anseume concluyó que el efecto de estos actos “pudiera derivar en lesiones permanentes también a los Derechos Humanos, por el terror que puede implicar este acoso de la ciudadanía con cuerpos no identificados que actúan al margen de la ley”.