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Los venezolanos, desde hace muchos años, nos hemos aferrado a un deseo ferviente de libertad, al sueño de volver a ser libres y vivir en esa Venezuela bonita, que las personas de la tercera edad o de los adultos contemporáneos recordamos con añoranza, pero que en el caso de nuestros jóvenes entre 20 o 25 años, ni siquiera conocieron.

Durante varios años, hemos venido luchando contra un régimen criminal que ha secuestrado todas las instituciones, permitido que grupos irregulares invadan nuestro territorio y sean los que impongan su ley. Un Estado fallido, que a costa del sufrimiento del venezolano, se ha perpetuado en el poder y ha hundido el país en un crisis compleja y sin precedentes, haciendo que muchos pierdan las esperanzas y tengan que huir de nuestra patria, buscando como sobrevivir y poder darle un futuro mejor a sus familias.

Hoy según cifras de la ONU, existen más de 6.500.000 de padres, hermanos, hijos, tíos, abuelos, primos, amigos regados por el mundo. La diáspora venezolana está considerada el éxodo más grande del mundo, solo comparado con el de Siria.

Pero muchos seguimos aquí, no precisamente porque no tengamos opciones a dónde ir o estemos cómodos ante esta situación económica, social y política que cada día nos ahoga, decidimos quedarnos porque mantenemos una firme convicción de libertad, porque no nos conformamos con tener un país secuestrado, porque luchamos para crear las condiciones para ser libres y poder construir un mejor país.

Por más oscura que sea la noche, siempre amanece y el sol nos da su brillo, en estos momentos que los planes expansionistas del proyecto socialista del Foro de Sao Paulo, Grupo de Puebla, otros factores comunistas y del supuesto «nuevo orden mundial», están atacando al mundo, han socavado las bases democráticas de los Estados Unidos y otros países, no debemos seguir menospreciando su fuerza e influencia oscura, debemos estar más fuertes, más unidos, pero con el foco en la meta por nuestra libertad.

Los que tenemos la responsabilidad de estar en un partido político, y hemos decidido estar con Vente Venezuela, debemos mantenernos firmes en nuestros principios, ser coherentes entre lo que decimos y hacemos, es el momento de pensar en grande y no dejar a otros nuestro trabajo, es hacerlo nosotros mismos.

El momento de asumir el liderazgo ha llegado, somos el partido que faltaba, el partido de la Libertad, y por ella debemos luchar hasta alcanzarla. Venezuela nos necesita, ella tiene sus ilusiones en nosotros, no podemos defraudarla.

César Tablante Serrano
TSU en Contaduría Pública
Coordinador de Comunicaciones de Vente en el estado Barinas
@cesartablante