Desde que tenemos uso de razón, nos dicen que debemos ser alguien en la vida pero para eso tenemos que estudiar el preescolar, la primaria, la secundaria y en la universidad, es decir, tener una educación académica, y con ella se forja el carácter y se obtienen mayores conocimientos; mientras que la educación financiera no se enseña en colegios y universidades.
La educación académica establece lo siguiente: Ser profesional, ser alguien en la vida, tener un buen trabajo, tener una familia, comprar un carro, una vivienda y conseguir una jubilación.
Mientras la educación financiera: Es formarte académicamente para capitalizarte, educarte financieramente para utilizar bien tu dinero y buscar la libertad financiera.
La educación financiera beneficia a los individuos en todas las etapas, haciéndoles comprender el valor del dinero y del ahorro cuando son niños, preparándolos para el ejercicio de una ciudadanía responsable; cuando son jóvenes, ayudándoles a planificar decisiones económicas; vivienda o jubilación, cuando son adultos.
Los pilares de una educación financiera son:
1.- La deuda: El dinero que se gasta pero no le pertenece.
2.- El ahorro: Es la parte esencial del bienestar financiero.
3.- El presupuesto: El buen administrar de nuestro capital.
4.- Invertir: Crear y hacer crecer el patrimonio para disfrutar de un futuro financiero.
El ahorro es la columna vertebral de la educación financiera y no sólo hay que hacer dinero sino también hay que invertirlo, significa que la educación financiera es generar, retener y multiplicar el dinero.
Con una mayor cultura financiera, los individuos tienden a ahorrar más, lo cual trae mayores niveles de inversión y crecimiento de la economía en un país.
La desarrollo de un país depende en gran parte de la educación financiera de sus ciudadanos, porque va a cosechar beneficios a todos y mejorar la economía, con lo cual se puede decir que la educación financiera es libertad.
Sandra Dugarte
Politólogo
Coordinadora de Formación de Cuadros del municipio Barinas
@sanyadu