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(Bogotá. 01/02/2021) Se ha instalado el falso parlamento y, por supuesto, estamos atentos al desarrollo de una actividad espuria, de toda nulidad. Pero nos llama la atención la conducta esbozada por la supuesta bancada de la “oposición” que, siendo muy poca para las promesas que e hicieron a numerosos alacranes, se les hace difícil el papel teatral que les fue asignado. La mayoría de ellos, no saben lo que es “compartir” el hemiciclo con un oficialismo agresivo, artero, que si no gana, arrebata.

Entre 2000 y 2006, la por entonces minoría opositora en la Asamblea Nacional fue creciendo poco a poco y, aunque al régimen le interesaba guardar las formalidades del caso, fueron bastantes las escenas de violencia en la cámara y las arbitrariedades.  Del 2006 al 2011, coparon por completo al parlamento, hicieron lo que les vino en gana, quebraron toda tradición parlamentaria y prácticas administrativas.  Sin embargo, Chávez no pudo evitar que surgiera el germen de una oposición que se manifestó en el Capitolio Federal.

Quienes ocupamos nuestra curul entre 2011 y 2016, siendo minoritaria ante esa mayoría violenta, le dimos el combate no sólo en las ideas, sino literalmente a golpes ante los caprichos, abusos y desmanes, defendiéndonos cabalmente. Lo hicimos con entereza y gallardía, aunque a la entrada y a la salida del Palacio Federal Legislativo y el estacionamiento de Pajaritos, nos asediaban y agredían los colectivos; en el propio hemiciclo tenían a sus gorilas para atacarnos junto a los diputados del PSUV, la dirección de debates y la directiva; ni siquiera los palcos llenos de los matones y partidarios del régimen no dejaban hablar por sus gritos.

Pero nosotros seguíamos adelante e hicimos nuestro trabajo y podíamos disentir, porque lo hicimos, porque nada le debíamos. En este parlamentucho de 2021, ¿cómo harán los alacranes que le deben a la usurpación hasta el modo de andar? Por eso, después de la instalación que creen haber hecho, parte de la pieza teatral, uno de los alacranes creyó responder al libreto e hizo algunas maromas de discrepancia con el madurato, cuestionando el modo de conformar la junta directiva sin darle participación a los arrejuntados, a los tarifados, a los cachifos y serviles del régimen. Y, según me dijo un pajarito, al concluir el acto, un poquito jocoso el personaje para aminorar el reclamo, el orador “opositor” en cuestión, se quejó con uno de los jefes del madurismo y éste le dijo: “¿Qué más quieres tú?”.

Juan Pablo García